No sea ingenuo, coronel -dijo el médico-. Ya nosotros estamos muy grandes para esperar al Mesías. Gabriel García Márquez, periodista colombiano.

Por considerarlo de interés nacional y contra nuestra costumbre, por esta única vez escribiré copiando a Rocha, quien en un artículo de opinión de su autoría, de la semana pasada, parafrasea a Luis XIV Rey de Francia o el Rey Sol, porque éste idiota dijo: El Estado soy yo y Ricardo intituló su colaboración respecto al hombre de Macuspana, con... El Es-todo Soy Yo, quien, en su megalomanía, espera en su "depa" de P. N., con paciencia jacobina, salir como Juárez, con los huaraches por delante cuando el destino lo alcance si el pueblo bueno y sabio lo sigue dejando en el poder.

Aclaras las paradas, iniciamos:

Yo soy el presidente de la República, por eso México es mío. Yo soy mis 30 millones de votos, por eso tengo el derecho de hacer lo que yo quiera con este país. Yo soy el gobierno por eso en mi gabinete, ni mis funcionarios existen, solo yo. Yo soy la ley, por eso la aplico como se me da la gana. Yo soy la constitución, por eso la uso como si se tratase de un calzoncillo o una pantaleta que se sube y se baja.

Yo soy el Congreso, por eso les ordeno lo que hay que hacer sin cambiarle ninguna coma. Yo soy la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, por eso detesto a los medios que me critican y compenso a quienes me adulan o callan. Yo soy el creativo, por eso inventé a mis enemigos, los neoliberales, los conservadores, los pasquines inmundos y el eterno complot contra mi 4T. Yo soy el control que todo lo ve, por eso las pruebas biométricas obligatorias, como lo hacen en China y Venezuela.

Yo soy la historia, por eso determino quiénes son los héroes y quiénes lo villanos. Yo soy la educación, por eso adoctrinaré el cerebro de los niños para que no dejen de ser materialistas. Yo soy la salud, por eso, con mi vocero, hicimos a nuestro país un daño irreparable con la criminal gestión de la pandemia en México. Yo soy el presidente de todo y de todos, por eso le regalé Santa Lucía al ejército, para comprar a buen precio su lealtad. Yo soy nacionalista, por eso les asigno toneladas de millones de pesos a Pemex y la CFE, a pesar de que estén quebradas y no tengan posibilidad alguna de recuperarse.

Continuaremos con una segunda entrega en ahorro de tiempo y espacio y para no cansar a las amables y sorprendidas lectoras (es), suplicándoles se sigan cuidando porque la pandemia coronavírica, conjuntamente con la pandemia política, aún está en el aire. Vale.

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