Bajo una tibia tarde primaveral y en casa, hacemos estos renglones, después de haber degustado un exquisito mole, hecho por las hábiles manos de la distinguida señora Manchega, sufriendo ahorita la patrona, la monserga de estar lavando todas las sartenes, platos y cuchares que utilizó durante el día. La comprendemos, porque Soledad no ayuda en la casa para nada.

Como hemos tenido tiempo de hojear libros con varias temas, entre ellos el taurino, en uno de ellos, nos encontramos un dato curioso, sobre una placita del viejo Madrid. Nos llamó la atención el dato porque uno de los integrantes de un cartel era mexicano hasta las cachas, indio de raza pura (nada que ver con Benito, el epónimo), cuyo nombre aparecerá líneas abajo y estarán de acuerdo con nosotros en lo indígena.

Esta placita estaba situada, según crónicas de la época, en la vieja calle de la Magdalena de Carabanchel, era la plaza de Vista Alegre, la que al paso del tiempo desapareció para dar lugar a una nueva, de estilo mudéjar y con un poco más de aforo, coso que fue recibido por la afición madrileña, con singular alegría, como se dice en estos tiempos del coronavirus.

La nueva plaza de Vista Alegre, se inauguró en una calurosa tarde de verano, 15 de junio de 1908, con un cartel de lujo, con un cartel de tronío, como también se dice en la verborrea taurina; el cartel lo integraron tres grandes toreros de principio del siglo XX, dos españoles y un mexicano, siendo el encierro del Marqués de los Castellanos y de Olea,

Como primer espada Ricardo Torres Reina "Bombita Chico", como segundo, Raúl González Madrid "Machaquito" y cerrando la terna, "El Petronio de los Ruedos", "El Califa de León", Rodolfo Bernal Gaona; lamentablemente esta plaza también fue demolida en 1995 y en su lugar, se construyó otra de usos mútiples que funciona hasta la fecha, siendo inaugurada el 29 de abril del 2001. Vale.

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