Domingo de Pascua, reuniones familiares en esta tierra del Bravo; los parques públicos, como cada año, llenos, el humo de las carnes asadas, saturaba el ambiente; fue un domingo espléndido, sin viento y sin tierra; allá en Aguascalientes, se daba la primera corrida de feria con 3 toreros 3 de la tierra, todos de dinastía que lograron armar la escandalera en la plaza monumental hidrocálida.

Corlomé fue la dehesa encargada de enviar, desde el cercano Estado de Jalisco, el encierro que cumplió bien en el ruedo, donde en la arena se leyó: Vive Libre y poco a poco, los tendidos se fueron llenos hasta registrar una buena entrada y saliendo toda la toda la afición, toreando y contenta, al igual que nosotros que tuvimos la suerte de verla a través de la televisión.

El director de la lidia fue Diego Sánchez, de lila y oro, reibió a un toro infumable, ilidiable, manso, que tuvo por nombre "Cincuentón" que, por su manifiesta debilidad, más bien parecía ochentón, como el que esto escribe; con su segundo enemigo, el espada tuvo mejor suerte, se llamó "Cincuenta Raíces" y a base de entrega y pundonor, logró realizar una faena que coronó con la espada, para cortar el coleta, la primera oreja de la tarde, escuchando el grito de ¡torero!, ¡torero!.

El segundo espada, Luis David Adame, de verde y oro, esperó a "Quinto Sol", que no llegó ni a un cuarto de Helio, pero ya con su segundo "Centauro de Oro", Luis David aprovecha las buenas condiciones del burel, logrando el matador meter en la canasta a los diletantes, tirándose a matar recibiendo, para lograr la estocada y cortar las dos orejas de su enemigo, recibiendo una estruendosa ovación.

Cerró la terna Héctor Gutiérrez, vestido de carmesí y oro; nada con su primero "Forjado en 50" pero con el que cerró plaza "Puro Oro", vaya que resulto de 24 kilates, logrando la gran faena de la tarde, pues el toro demostró, por ambos lados, una lidia extraordinaria, mostrando su aurea finura; fue incansable en la faena de muleta y en cada pase, repetimos, por ambos lados, mostraba su bravura, su nobleza, su alegría, con lo que enloqueció al tendido, que benévolo, pidió el indulto del pavo, cortando simbólicamente su lidiador, las do orejas y el rabo.

Vaya tarde de toros en la tierra del cerro del "Muerto", Aguascalientes. Vale.

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