El próximo 27 de octubre habrá elecciones presidenciales en Argentina, pero antes de que estas ocurran su sistema electoral organiza las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que son un filtro para participar en la contienda y también indicador de cuál podría ser el resultado.

Las PASO se celebraron el pasado domingo 11 de agosto con una participación del 75 % del electorado. De diez candidatos que estuvieron en la boleta cuatro no alcanzaron el 1.5 % del porcentaje que se exige para estar en la siguiente etapa del proceso, pero sí lo lograron seis.

Los candidatos más votados fueron Alberto Fernández y Cristina Fernández del Frente de Todos con 47.66 % de los votos y Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto de Juntos por el Cambio con 32.08 %. La diferencia es de 15.58 puntos.

El resultado de las PASO arroja que el peronismo de los Kirchner está de vuelta y tiene muchas posibilidades de ganar las elecciones del próximo octubre sea en la primera o en la segunda vuelta. El presidente Macri (2015-2019), que pretende la reelección, es el gran perdedor.

La sociedad argentina cobra a Macri no haber alcanzado los resultados económicos que prometió en la campaña y sufre el efecto de la enbestida permanente del kirchnerismo que ha sabido capitalizar el descontento ciudadano.

Los mercados al saber los resultados reaccionaron y “votaron” en contra del peronismo. La bolsa cayó en 38 % y la depreciación del peso fue del 17 % frente al dólar, que en un primer momento llegó al 37 %. Las posibilidades de una suspensión de pagos con la llegada de los Fernández al gobierno pasan del 50 % al 75 %.

Ya en la presidencia Macri asumió el combate a la corrupción como una de sus banderas centrales, pero la economía creció a la mitad de lo alcanzado en los años del gobierno de Cristina Fernández (2007-2015) que fuera esposa del presidente Néstor Kirchner (1950-2010).

Los electores votaron por el regreso del peronismo kirchenista, que se sabe es corrupto, pero tuvo mejores resultados económicos que el actual gobierno. En esta disyuntiva los electores eligieron por el buen desempeño de la economía y relegaron el combate a la corrupción.

La sociedad argentina quiere un cambio, pero ahora también sabe como reaccionaron los mercados. Hasta el día de la elección la confrontación y las descalificaciones entre Macri y los Fernández va a estar presente todos los días.

El eje de la campaña de Macri es el peligro que representa para la economía el regreso del kirchenismo y de los Fernández el fracaso económico del presidente. En poco más de dos meses sabremos el resultado de la contienda.

Rubén Aguilar Valenzuela

Twitter: RubenAguilar

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