Alma de torero

Con afecto para Andrés y Gustado, colombianos "lor dó".

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Ha muerto por allá en Mónaco, Fernando Botero, oriundo de Colombia, un americano pues; un artista de los 5 continentes 5; su trabajo es ampliamente conocido en todo el mundo, en esta aldea global llamada tierra, un dibujante, un pintor y un escultor que tenía, también, alma de torero, alma de gitano, alma de trashumante.

Este artista universal, fue un apasionado del volumen de las cosas, no de las mujeres gordas, como él lo aclaró en su momento, cuando lo cuestionaron que por qué pintaba esas gorduras, que no dejaban de ser hermosas, no se diga su obra pictórica, inspirada en el "Arte de Cúchares", allí está también la más bella de todas las fiesta, la fiesta brava, admiración de todos los públicos que ven la obra taurina de Botero.

Los hispanos de hoy dicen que el toreo siempre existirá, porque forma parte  de la cultura española y universal, con lo cual estamos completamente de acuerdo, pues los artistas desde Goya hasta Fernando, lo testimonian a través de su maravilosos liensos, esparcidos por todos los confines de la tierra.

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Se fue para no volver el pintor del volumen, el colombiano eterno con alma de torero, algún día surgirá otro Maestro con estilo y escuela propios para la grandeza del bello arte de la pintura; Fernando tenía, como buen gitano, su gracia, la ironía, la cual plasmó con claridad, según nosotros, en su cuadro de "La Mona Lisa" que, cuando la vimos por primera vez, nos hizo esbozar una sonrisa.

Cómo han pasado los años. Vale.