
Colima.– Azucena, una mujer en la ciudad de Tecomán, Colima, logró la identificación de las botas de su esposo durante una trasmisión en vivo del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, quienes realizaban un video en las redes sociales en relación al hallazgo de los crematorios clandestinos en un rancho en Teuchitlán, Jalisco.
La esposa aseguró que se trata del calzado de Alexis Guadalupe Jiménez Jiménez, un taxista en la ciudad de Tecomán, quien desapareció desde el pasado 18 de noviembre de 2023 y fue privado de la libertad enfrente de su esposa e hijos.

"Fuimos a la tienda junto con mi hijo, cuando entramos ahí afuera de la tienda, se emparejó una camioneta y se bajaron dos personas armadas y lo amenazaron con las pistolas y a puro jaloneo y se lo llevaron a la camioneta y se lo llevaron. Y no volví a saber nada de nada", declaró la mujer, quien aseguró que las prendas que aparecieron en el video del colectivo, logró la identificación de lo que llevaba su marido.
"Primero salió el pantalón y yo lo miré y dije ese es de él, y yo estoy cien por ciento segura de que es de él, la ropa esa es de él; ya después salieron las botas (...) Yo desde un principio, cuando a él se lo llevaron, se me vino a la mente toda la ropa. A él, yo diario le buscaba su ropa, yo le acomodaba su ropa para que se fuera a trabajar. (¿Cómo las identificaste?), por las marcas también, la camisa de 'Cuidado con el Perro', esas camisas yo se las compré en Coppel".
Otro aspecto que también ha llamado la atención fue que entre las pertenencias extraídas del polvo y los restos de tres hornos clandestinos, también fue encontrada la carta de un joven de 20 años de nombre Eduardo Lerma Nito, quien fue reportado como desaparecido el 26 de febrero del 2024 en San Juan de los Lagos, Jalisco.
De puño y letra dirigía un mensaje a su amada. Pidió que lo recordara si algún día ya no regresaba a casa. Estuvo casi siete meses ilocalizable, periodo en el que pudo haber estado reclutado en aquel rancho de Teuchitlán. Ahora, se sabe que está vivo y con su familia.
El espacio de este rancho supuestamente era usado como campo de entrenamiento, donde reclutaban jóvenes para unirse a las filas del crimen organizado.
El gobierno federal abrió la posibilidad de que el caso sea atraído por la Fiscalía General de la República.