José Eduardo Martín Jáuregui renunció al Mecanismo Nacional contra la Tortura, adscrito a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por “los acontecimientos recientes que han culminado con el nombramiento de Rosario Piedra como titular de la CNDH”.
En una carta enviada a la presidenta del Senado, Mónica Fernández, el ahora exintegrante de este Mecanismo, ordenado por la ONU, explica que entre sus razones están las irregularidades de la convocatoria emitida por el Senado, la ilegibilidad de Piedra, la cuestionada votación que llevó a su elección y la forma en que ella ha desacreditado a la CNDH.
"Esa descalificación exhibe desconocimiento, irresponsabilidad y falta de compromiso con quienes hemos venido trabajando en la promoción y defensa de los derechos humanos y denota el seguimiento de una línea de acción difamatoria coincidente con la de Ejecutivo”, dice Martín.
Explica que los 76 votos con los que fue electa no implican mayoría calificada; por tanto, su elección es “ilegal”.
Añade que el gobierno federal ha mostrado una tendencia de “cooptar los órganos de control, lo que en otros países ha generado crisis de gobernabilidad.
El Mecanismo Nacional era responsabilidad de la CNDH, pero al entrar en vigor la Ley General para prevenir y castigar estos delitos, el Legislativo ordenó la creación del Mecanismo, que estará adscrito a la CNDH, pero será independiente de las visitadurías.
