
Ciudad de México.- Por primera vez en la 66 Legislatura, el patido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) enfrentó un revés significativo al no lograr la mayoría calificada necesaria para aprobar la designación de magistrados electorales en 30 estados.
La votación, realizada por cédula, dejó en evidencia divisiones internas y tensiones con sus aliados del Partido Verde, especialmente por los nombramientos propuestos para San Luis Potosí y Guanajuato.
La oposición, desde temprano, calificó el proceso como un intento de control absoluto del gobierno sobre los tribunales electorales. Ricardo Anaya, vicecoordinador del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, advirtió que esta medida podría abrir la puerta a fraudes electorales y debilitar la democracia en el país. Alejandro Moreno, senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) criticó la falta de transparencia en los perfiles propuestos, mientras que Clemente Castañeda, de Movimiento Ciudadano, tachó el proceso de "dedazo" y acusó a Morena de favorecer cuotas políticas.
En defensa, Morena argumentó que los nombramientos eran legítimos y acusó a la oposición de buscar beneficios propios. Sin embargo, la votación reflejó un vacío interno: de los 112 votos emitidos, 72 fueron a favor, 38 en contra y 2 abstenciones, quedando tres votos por debajo de los 75 requeridos.
Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, minimizó el resultado y lo calificó como una oportunidad para reflexionar y fortalecer la unidad dentro del movimiento. Aunque reconoció ausencias y boletas en blanco, aseguró que el acuerdo será reconsiderado en la próxima sesión.