Dólar e inflación: Claves para la economía mexicana
Foto: Net Noticias

Colaboración: Alejandro Contreras Cortés

Laboratorio de Problemas Estructurales de la Economía Mexicana

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CIUDAD JUÁREZ


Ciudad Juárez.– El tipo de cambio y la inflación son dos variables que influyen directamente en el bien estar de la población mexicana. Si el peso mexicano pierde valor fren te al dólar estadunidense, el precio de una gran variedad de productos aumenta; si la inflación se descontrola, el poder adquisitivo de las familias disminuye. Entre ellas existe una relación, su importancia es significativa y tangible en la vida de millones de mexicanos, especialmente en un contexto marcado por la transición política, incertidumbre financiera, falta de confianza por parte de inversionistas y presiones inflacionarias globales.

Una moneda mexicana volátil

Durante 2024, el peso mexicano mostró una gran volatilidad. De he cho, el año pasado fue particular mente desafiante para la moneda nacional, registrando su mayor depreciación anual en 16 años. El tipo de cambio fluctuó entre un mínimo de 16.33 pesos por dólar en abril y un máximo de 20.88 pesos por dólar en diciembre. En lo que va de 2025, el peso ha continuado mostrando signos de volatilidad, aunque con algunos episodios de recuperación.

Entre los factores que han provocado esta depreciación destacan las expectativas de sucesión presidencial en ambos países (Claudia Sheinbaum y la prolongación de Morena en el poder, y Donald Trump y el cambio de partido en Estados Unidos de América), y los temores de un cambio abrupto en la conducción de la política económica, la presión por el alto déficit fiscal aprobado para este año (mayor al 5 por ciento del PIB) y la posibilidad de nuevas emisiones de deuda. También, las amenazas arancelarias lanzadas por Trump a inicios de año lograron tambalear la relación cambiaria entre ambas monedas, pero estos efectos han disminuido paulatinamente.

En suma, el efecto que han tenido todos estos factores ha generado incertidumbre entre inversionistas nacionales y extranjeros, provocando salidas de capital, frenos tanto en la inversión extranjera directa como en inversión nacional que ya se tenían destinadas a proyectos específicos y mayor presión sobre el tipo de cambio.

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as amenazas arancelarias lanzadas por Trump a inicios de año lograron tambalear la relación cambiaria entre ambas monedas / Dámaris Arellanes

Inflación: controlada, pero vigente

Aun bajo este contexto de incertidumbre, la inflación en México ha mostrado señales de desaceleración. De acuerdo con cifras del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) la inflación general anual pasó de un 4.88 por ciento en enero de 2024 a un 3.69 por ciento en enero de 2025, lo cual representa un decrecimiento gradual, aunque con algunos periodos de repuntes. Durante 2024, los datos de inflación mostraron una baja a lo largo de los meses al situarse sobre la meta del Banco de México (Banxico) de una inflación del 3 por ciento más/menos un punto porcentual. Sin embargo, a pesar de que la inflación se mantiene dentro del rango objetivo, Banxico debe ser cauteloso con la relajación de la tasa de interés (a la cual se le han venido haciendo recortes), pues los datos para los primeros meses de 2025 indican periodos con repuntes que, aunque no son aún muy significativos, pueden alejar a la inflación del objetivo.

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Claudia Sánchez | Ilustrativa

Además, no solo los recortes a la tasa de interés afectan el contexto inflacionario. También las recientes depreciaciones del peso frente a la moneda homóloga estadunidense ponen en riesgo el avance de la inflación: si el dólar sigue encareciéndose, el costo de productos importados lo hará de la misma manera, alimentando nuevamente este fenómeno.

¿Cuál es la conexión entre el tipo de cambio y la inflación?

La relación entre ambas variables se vuelve clara: si el peso se deprecia, los bienes importados, desde alimentos hasta insumos industria les, se encarecen. Este fenómeno se denomina inflación importada (un símil de la inflación por costos) e impacta directamente en los precios que pagan todos los consumidores. A su vez, una inflación alta, bajo un contexto donde el banco central tiene fijada una meta de inflación, obliga a los tomadores de decisión de política monetaria a mantener o incluso aumentar las tasas de interés, encareciendo el crédito y teniendo efecto negativo sobre el crecimiento económico.

Además, otro aspecto negativo es que una expectativa de inflación elevada puede modificar el comportamiento de empresas y consumidores. Por ejemplo, si se prevé que la moneda nacional seguirá perdiendo valor frente a su par estadunidense, los productores pueden ajustar sus precios por adelantado. Los consumidores pueden adelantar sus compras si visualizan un escenario similar. Estas dos posibilidades terminan aceleran do el fenómeno inflacionario.

¿Qué se puede hacer?

El Banxico, siendo el responsable de combatir la inflación, tiene que hacer uso de su principal instrumento, es decir, la tasa de interés. Si el peso presenta depreciaciones fuera de lo previsto y esto genera presiones inflacionarias, lo más probable es que Banxico retrase los recortes a la tasa de interés o incluso puede considerar aumentar la tasa. Sin embargo, esto pondrá en riesgo el incentivo a la inversión y al consumo, lo cual trae consecuencias en el crecimiento de la economía. Por su parte, el gobierno debe mantener la disciplina fiscal y garantizar confianza en el país para seguir atrayendo inversionistas.

Entender la relación entre el tipo de cambio y la inflación es funda mental para garantizar la estabilidad del país y la seguridad de la población. Mantener las metas fijadas y la solidez de la economía requiere decisiones prudentes y claridad en la conducción del país. En un entorno lleno de adversidades, es indispensable proteger el poder adquisitivo de las familias y generar las condiciones necesarias para un crecimiento sostenido.

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