Oaxaca.- Una abogada y activista de derechos humanos desaparecida desde hace casi una semana en México recibía regularmente amenazas relacionadas con su trabajo, dijo el jueves un amigo y colega suyo.
Sandra Estefana Domínguez Martínez y su marido, Alexander Hernández Hernández, fueron vistos por última vez el 4 de octubre en la localidad de María Lombardo de Caso, en el este de Oaxaca, en la frontera con el estado de Veracruz.
La destacada activista feminista y defensora de los pueblos indígenas mixes —nativos de la sierra oriental de Oaxaca— que también es de ascendencia mixe, había denunciado a varios funcionarios del gobierno estatal en 2020 por su presunta participación en chats misóginos. Domínguez dijo que allí compartían imágenes de mujeres indígenas e incluían comentarios degradantes. Desde entonces, la abogada había recibido continuas amenazas, afirmó Galván.
“Sandra siempre ha atendido casos bastante delicados. Si no eran casos de feminicidio, eran casos de violación”, dijo Joaquín Galván, activista oaxaqueño y amigo cercano de Domínguez. “Siempre estuvo expuesta a esta situación de amenazas”.
Galván aseguró que muchas veces en estos casos estaban involucrados funcionarios del gobierno o miembros del crimen organizado.
La Fiscalía del Estado de Oaxaca informó que investiga la desaparición de la pareja, denunciada por sus familiares el 8 de octubre. El Secretario de Gobernación del estado, Jesús Romero López, dijo en una conferencia de prensa el miércoles que el coche de la pareja fue encontrado abandonado en Veracruz.
“Comúnmente en esa zona ingresan grupos de la delincuencia del estado de Veracruz”, dijo. “Se está investigando todo el contexto”.
Galván cree que el trabajo de Domínguez y sus persistentes denuncias contra funcionarios estatales están relacionados con su desaparición. En México, una media de 10 mujeres o niñas son asesinadas diariamente.
“Me parece importante considerar cada una de esas situaciones por las que estuvo expuesta”, dijo Galván.
Galván contó que antes de su desaparición, había insistido a Domínguez para que solicite protección en el marco de un programa federal de protección para defensores de los derechos humanos y periodistas, conocido como “el mecanismo”. Él está inscrito pero dijo que Domínguez no lo estaba en el momento de su desaparición.
“Solo cuando llevábamos algún caso de trascendencia se emitían ciertos cautelares a nivel local (órdenes de protección), pero eran temporales”, dijo. “Nunca tuvo un mecanismo permanente de protección”.
Aracely Cruz, diputada de Oaxaca también expresó su solidaridad en una sesión del Congreso el jueves. “Pedimos al gobernador Salomón Jara Cruz, atención integral a la familia de la defensora”, dijo.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos también expresó su preocupación por Domínguez y pidió a las autoridades gubernamentales que investiguen el hecho.
Durante décadas, México ha estado plagado de desapariciones forzadas y hay más de 115.000 desaparecidos registrados. Los activistas también son especialmente vulnerables en uno de los países más peligrosos para los defensores del medioambiente y de la tierra.
Galván sigue compartiendo información sobre la desaparición de Domínguez en las redes sociales. “Exigimos encontrarla con vida”, dijo.