Ciudad de México.- La Policía de Toronto informó del mayor incautación de cocaína en la historia de Canadá, con un total de 835 kilogramos asegurados, valuados en 83 millones de dólares.
El operativo, producto de una investigación de cinco meses iniciada en agosto de 2024, reveló posibles vínculos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El hallazgo ocurrió el 15 de octubre de 2024, cuando un camión de 18 ruedas fue interceptado en la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Las autoridades encontraron 475 kilos de cocaína ocultos en el vehículo, mientras que el resto de la droga fue incautada en cateos realizados en puntos estratégicos.
El superintendente Paul MacIntyre destacó que el cargamento formaba parte de una operación internacional de tráfico de drogas con origen en México.
En un comunicado se agregó que esta incautación no solo afecta la disponibilidad de drogas en las calles, sino que también representa un golpe al crimen organizado, reduciendo su capacidad de operar.
Como resultado del operativo, seis personas fueron arrestadas, incluidos cuatro ciudadanos canadienses y dos mexicanos que ingresaron al país como turistas. Además, se emitieron órdenes de captura contra tres sospechosos, dos en México y uno en Canadá. En caso de ser localizados, se iniciará el proceso de extradición para presentarlos ante la justicia canadiense.
El jefe de la Policía de Toronto, Myron Demkiw, subrayó la importancia de esta acción para la seguridad nacional: “Cada kilogramo de cocaína incautado representa menos violencia en nuestras calles y menos tragedias para las familias. Este logro es un testimonio de nuestra firmeza en desmantelar redes criminales”.
El operativo involucró a múltiples agencias, entre ellas la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) y el Servicio de Inteligencia Criminal de Ontario (CISO). Juntas, lograron desmantelar una red transnacional que conectaba México, Estados Unidos y Canadá.
Las autoridades reiteraron que el combate al tráfico de drogas seguirá siendo una prioridad, no solo por su relación con la violencia armada, sino por el impacto que tiene en la salud y seguridad de las comunidades.