Boca del Río.- Cinco colombianas fueron reportadas como desaparecidas en México por sus familiares, quienes tras casi una semana sin saber de ellas dijeron sospechar que fueron secuestrados por miembros del crimen organizado.
Las jóvenes de entre 20 y 26 años se encontraban en Boca del Río, en el estado de Veracruz y llegaron al país en los últimos cuatro meses para, según sus familiares, realizar trabajos sexuales. El último contacto que tuvieron con sus parientes fue la noche del 24 de septiembre.
Ninguna autoridad de México o de Colombia ha confirmado hasta el momento que haya una investigación abierta o denuncia por la desaparición. La agencia AP consultó con la fiscalía general mexicana, así como con la fiscalía estatal de Veracruz, con la embajada colombiana en México y con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas sin obtener respuesta hasta el momento.
Las cinco mujeres son jóvenes procedentes de entornos empobrecidos de Medellín y Los Patios, en Colombia. Dos de ellas son madres solteras y al menos tres viajaron a México por primera vez por trabajos sexuales, de acuerdo con los familiares de cuatro de las mujeres. No se conocían entre ellas antes.
Los hermanos de dos de ellas y las madres de otras dos contaron a la AP que en la última comunicación les avisaron que tres de las chicas acudirían a un servicio la noche del 24 de septiembre y dos se quedarían en la casa donde pernoctaban en Boca del Río; no se pudo contactar con ningún familiar de la quinta joven.
Por política editorial, la AP no identifica a posibles víctimas de delitos sexuales ni se da información que pudiera llevar a su identificación como, en este caso, los nombres de las cinco mujeres o de sus familiares.
Al no volver a tener contacto con ellas por varias horas, sus familiares localizaron a una mujer, conocida como alias Lilith o La Señora —que fue el contacto por el que viajaron a México— y ella solo les informó que las cinco mujeres fueron retenidas, junto a un chofer, por un grupo del crimen organizado debido a una deuda.
De acuerdo con los familiares, quienes reconocieron que las jóvenes se trasladaron a México para realizar trabajos sexuales y por eso no denunciaron la situación en su momento, al llegar al país les fueron retirados los pasaportes y se les impuso una deuda de unos 4 mil 500 dólares. Ese monto cubría los vuelos y la seguridad de las mujeres. A su llegada, eran trasladadas a una casa para vivir y debían trabajar hasta saldar la deuda.
La última en llegar, de 25 años, lo hizo hace ocho días por necesidad, según su hermano, para pagar el tratamiento médico de su madre quien tiene una discapacidad.
El hermano de otra de las jóvenes dijo a la AP que no sabía qué hacer para encontrarla y que si tuvieran recursos suficientes, las familias irían a México para buscarlas directamente.
En enero de este 2024, nueve mujeres colombianas fueron retenidas en contra de su voluntad y después liberadas por autoridades federales y estatales en el estado de Tabasco.