Para el oncólogo pediatra, Jesús Rubén Ornelas Ramos, tratar a niños con cáncer es el trabajo de su vida. Desde hace más de 36 años decidió seguir ese camino, donde ha logrado atender a más de mil pacientes, una carrera que le ha dado muchas satisfacciones, sobre todo al ver la recuperación de los casos que le ha tocado atender.

Como médico, buscó enfrentarse a retos, y cuando estaba haciendo su especialidad en Pediatría, le tocó rotar por el área de Oncología, donde se dio cuenta que había pacientes que salieron adelante luego de enfrentarse al cáncer, incluso algunos ya eran adultos e iban al médico para tratar otros problemas menos serios que padecían.

“Yo quería algo que fuera difícil y que diera resultados, ya cuando fui viendo lo que era Oncología me llamó la atención porque no le entendía nada. Decía yo ¡Ah caray!, ¿por qué están haciendo esto o lo otro? Donde yo estaba haciendo la especialidad me tocó estar en el servicio de Oncología y ver en consulta a muchos adultos que habían sido pacientes de niños y que se curaban… fue donde me atrajo. Pensé —es difícil, pero hay resultados—, me gustó y empecé”, recordó el doctor.

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Apanical impulsa su apoyo a la comunidad

La historia de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (Apanical) y la del doctor Rubén Ornelas se ha escrito a la par, pues fue la necesidad de la atención a los niños con esta enfermedad la que impulsó la creación de la asociación, la cual involucra de manera directa a los padres para que procuren la atención de los menores. Desde su creación, ha contado con la colaboración del oncólogo pediatra, quien ha sido testigo de muchas historias de éxito que han pasado por este lugar.

“Antes otra asociación estaba conmigo, gente a la que se le agradece y que es bien intencionada, pero era muy limitada la ayuda, muy condicionada, con la quimioterapia bajan las defensas y los niños se infectan y pues yo quería darles antibióticos y quería hacer varias cosas y la asociación me decía —no, solo quimio les damos, estudios caros no, solo quimio, sangre no—, entonces pensé, no son las mamás o papás… pero ¿y si fuera su hijo?... ¿a quién le interesa? pues a los padres. Desde entonces, con Apanical la cifra de curaciones se fue para arriba enormemente, porque los padres no van a escatimar en acciones para salvar a sus hijos”, dijo el doctor.

Familias suman esfuerzos

El trabajo del doctor Ornelas ha marcado muchas historias como la de Julia Guerrero, actual titular de Relaciones Públicas de Apanical, quien recuerda el caso de uno de sus hermanos, paciente de la asociación. Gracias a los tratamientos recibidos y al cuidado y seguimiento del médico, venció el cáncer.

“Él fue diagnosticado a los 9 años con leucemia. Nosotros conocimos Apanical por el doctor Ornelas; el caso de mi hermano se estaba llevando en el Seguro Social pero él fue quien nos hizo la invitación y nos dijo que no tuviéramos miedo, que él nos iba a ayudar en todo lo posible. Es extraordinario y su vocación de doctor es grandísima, no encontramos a alguien que nos diera tanta confianza y tanto cuidado a nuestro hermano. Él duró seis años peleando contra el cáncer y esos seis años él siempre estuvo al pendiente de cualquier complicación, porque él se entrega a su vocación, a veces, sobrepasa el amor hacia sus pacientes”, compartió Julia Guerrero.

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Salvando vidas

De acuerdo con el doctor, la tasa de éxito de niños que han logrado vencer la enfermedad en conjunto con la asociación es del 75 por ciento, una cifra que si bien es aceptable, no lo tiene satisfecho. Su meta es lograr el 100 por ciento.

Sin embargo, existen ciertas limitantes que tanto él como Apanical enfrentan: en ocasiones por la falta de recursos, no pueden comprar los insumos necesarios y el costo de los tratamientos de los niños. Todas las terapias que se brindan de forma gratuita son diferentes debido a que los pacientes enfrentan distintos tipos de cáncer.
La meta del doctor Ornelas es que más niños sean atendidos contra esta enfermedad, en un lugar digno para hacerlo y dijo que con el equipo con el que actualmente cuenta la asociación ve posible lograrlo.

El gran anhelo

“Siempre nos va a faltar algo, nunca voy a estar satisfecho, faltan más medios para más estudios, más quimioterapia, afortunadamente no afecta el pronóstico de los niños, y más adelante pues no sé… nuestra meta final es hacer un hospital, bueno al menos eso es lo que yo pienso. No sé si me quede más vida para poder hacerlo, pero yo sé que con ellas (Eleonora Negrete, presidenta de Apanical y Julia Guerrero, de Relaciones Públicas) lo podemos lograr, son tremendas para conseguir recursos, está muy en mi mente pero no sé si podamos lograr eso”, dijo el médico.

A pesar de su importante labor, Rubén Ornelas dijo que no le gusta ser objeto de reconocimientos, pues insiste en que solo hace su trabajo y se siente satisfecho al ver a sus pacientes recuperados, haciendo una vida normal, ya que el objetivo de él y Apanical es el mismo.

“Yo quiero más y quiero más, como decía el de la película (Hasta el Último Hombre) –uno más–. Cada vez que sale un niño sano digo: –otro y otro, uno más–. Es mi trabajo y nunca me han gustado los reconocimientos, pero siempre existe el impulso… ¿Por qué no subimos?, en lugar de 75 por ciento de recuperados a 78 o 80 por ciento, nunca estoy conforme, pero sí me siento a gusto con verlos recuperados”, enfatizó el médico con una sonrisa en su rostro.

A lo largo de 36 años de trayectoria, para el médico de Apanical ha sido difícil mantener distancia de cada uno de los casos de manera sentimental, pero ha tenido que hacerlo pues esto podría nublar su juicio y dar de manera inapropiada algún tratamiento. En el caso de los niños debe tener mayor cuidado, porque en gran parte de él depende que superen la enfermedad.

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La lucha nunca termina

En la entrevista para Revista Net, el médico recordó uno de los casos que lo marcaron. Ocurrió cuando era muy joven, sin la experiencia emocional que ha adquirido con los años.

“Cuando uno es joven y apasionado, uno no quiere entender que un paciente va a fallecer, aunque se haga todo lo humanamente posible, ese paciente va a fallecer, aunque tengamos todos los recursos. El caso fue el de una niña con un tumor de hueso en la pierna, aquí en Ciudad Juárez. Este tipo de casos de cáncer son muy agresivos, en el resto del mundo unos artículos dicen que se salvan entre el 60 y 70 por ciento de los casos, yo he podido sacar solo cuatro, les doy el tratamiento y salen, pero a la vuelta de un año recaen y no puedo hacer nada”.

El doctor ha hecho una labor que le ha dejado más satisfacciones que derrotas, una vocación que él ha abrazado por más de tres décadas y que ha hecho la diferencia para cientos de niños y sus padres, pues para ellos, él ha sido un faro de esperanza cuando todo parece estar perdido.

Apanical cumple 23 años de servicio continúo a la comunidad en febrero, actualmente 28 menores son el corazón para la lucha de la Asociación Civil y del doctor Ornelas.

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