Tiempo de dicha y depresión
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La temporada decembrina se caracteriza por reuniones familiares, cenas, convivios sociales y festejos constantes, sin embargo, también es una época en que muchas personas sufren depresión, algo que puede afectar no solo su salud mental, sino que también pone en riesgo su integridad física.

El psicólogo Daniel Martínez explica qué es el trastorno afectivo estacional, también conocido como depresión estacional, y cómo debemos identificarlo y tratarlo.

Para empezar nos responde: ¿por qué sucede en esta temporada? “Son fechas muy familiares, de relaciones muy cálidas… pero precisamente son un motivo por el que llegamos a la depresión, porque también recordamos a las personas que ya no están, es una época en que vamos finalizando un año, en la psicología es todo lo que representan el fin de un ciclo, tenemos menos trabajo y esto impacta en el estrés económico. Mientras en unos casos las familias están muy unidas, en otros casos están los conflictos, no podemos generalizar que para todos son felices fiestas”.

En términos médicos, este trastorno puede comenzar durante el inicio del otoño y continuar durante el invierno, los síntomas van disminuyendo con la llegada de la primavera. Aunque con menor frecuencia, pueden ser en temporadas invertidas, es decir, el trastorno aparece en la época de primavera o al comienzo del verano y desaparece durante los meses de otoño e invierno.

Algunos aspectos a considerar como síntomas son: exceso de sueño, cambios de apetito, especialmente un antojo por consumir alimentos ricos en hidratos de carbono, aumento de peso, cansancio, falta de energía, apatía, desinterés, dificultad para concentrarse, desesperanza y hasta pensamientos suicidas.

El psicólogo recomienda observar en las personas cercanas o compañeros de trabajo los discursos, las pérdidas o problemas que enfrentan algunas familias y cómo afectan a ciertos individuos, “son focos rojos que podemos observar”.

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“También cambia el clima e influye con nuestras emociones. Estamos en temporadas en donde el sol ya no da tan fuerte”.

Aunque todavía se desconoce la causa específica del trastorno afectivo estacional, sí hay factores que pueden influir, como la falta de sol, señala el experto, ya que puede alterar el reloj interno del cuerpo y provocar una sensación de depresión. La caída de los niveles de serotonina (una sustancia química cerebral que es un neurotransmisor) que afecta el estado de ánimo y también está ligada directamente a la reducción de rayos solares que recibimos. Un tercer factor observado son los niveles de melatonina, esta sustancia interviene en los patrones de sueño y en el estado de ánimo.

“Es importante estar más acompañados… Así como nos adaptamos al cambio de clima físicamente, lo podemos hacer anímicamente, es como ese clima emocional en el que debemos de cobijarnos con otros”

Atenuantes y otros factores

Existe una amplia variedad de tipos de depresión, esto puede convertirse en factor adicional a los casos de trastorno afectivo estacional. En el asunto especifico de las personas con trastorno bipolar, son más propensas a sufrir de este problema. Para estos individuos los episodios de manía pueden estar vinculados a una estación específica. Por ejemplo, la primavera y el verano pueden provocar síntomas de manía o una forma menos intensa de manía (hipomanía), ansiedad, agitación e irritabilidad. Estas personas también pueden sufrir depresión durante los meses de invierno y otoño.

El tener antecedentes familiares, casos del mismo tipo de depresión, u otro, puede hacer más propensa a una persona a padecerla. Tener depresión o un trastorno bipolar puede ser peor con esta condición, como una especie de detonante.

Entre los factores geográficos se puede sumar a la lista, vivir en zonas mas alejadas, al norte o al sur del Ecuador, debido a las cantidades de sol que son menores en ciertas temporadas.

Por último, los bajos niveles de vitamina D también afectan. Esta se genera en el cuerpo (en especial la piel) gracias a los rayos solares, si estos disminuyen no se produce y si falta la vitamina D, además de afectar a la absorción del calcio, no nos ayuda a potenciar los efectos de la serotonina y con ello estamos químicamente expuestos a sufrir algún tipo de depresión.

“Más allá de regalos en esta temporada lo que se valora más es el acompañamiento, es ese tiempo que, a veces, es el regalo más caro”

Psicólogo Daniel Martínez

El abrigo humano

Los seres humanos podemos adaptarnos, incluso podemos anticiparnos a estos cambios emocionales. “Las emociones no las podemos observar, pero las sentimos, por eso es importante ser conscientes de que esto se trata de una temporada y que esto va a terminar, se trata de intentar ser autoconscientes”. Si podemos anticipar que cada cambio de estación nos afecta, entonces, recomienda Martínez, “es importante estar más acompañados, estar más con amigos, comunicarse con alguien. Así como nos adaptamos al cambio de clima físicamente, lo podemos hacer anímicamente, es como ese clima emocional en el que debemos de cobijarnos con otros, y si nosotros mismos sabemos que lo necesitamos, es importante que nos atendamos”.

El ejercicio, el sol, meditar son algunas medidas de combate a este trastorno. “Salir a caminar, estar unos dos o tres minutos en el sol para que nuestro organismo genere sus vitaminas y nuestros neurotransmisores mejoren o se produzcan, eso solo con la ayuda del sol. Ahora con menos sol, esto impacta”.

En el caso de los adultos mayores, “son una población muy vulnerable, la mayoría requiere de por sí de un acompañamiento especial, esa atención. Es muy bonito ver que ciertas organizaciones visitan en esta temporada a los asilos”. Y en el caso de los más jóvenes, el psicólogo recomienda a las madres, padres o tutores a poner atención, “hay que ser empáticos, escuchar qué les pasa, sin juzgar, no debe haber un juicio a sus emociones. En terapia escuchar a padres decir: -no deberías sentir esto-, -deberías estar agradecido-, etc., más allá de un ‘deberías’ es prestar atención a un ‘qué siente’, ‘qué necesita’, porque muchas veces no es lo material”. La aprobación, el sentirse parte de, es lo que afecta más a los adolescentes, es por eso que hay que escucharlos. “No es fácil, las redes sociales hacen que haya muchísimas comparaciones que generen baja autoestima, pero se puede atender esa parte de escuchar”.

“Más allá de regalos, en esta temporada lo que se valora más es el acompañamiento, es ese tiempo que, a veces, es el regalo más caro. El estar presentes”.


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Psicólogo Daniel Martínez

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