Por: Cecilia Esther Castañeda
Cronista municipal de Ciudad Juárez
Cuando la Universidad Columbia anunció a los ganadores de los Premios Pulitzer 2024 el pasado 6 de mayo, Ciudad Juárez ya estaba acostumbrada a los reflectores por un tema en el que lleva años siendo noticia: la migración. Ahora, sin embargo, las cámaras enfocaron hacia el otro lado del lente.
Ocho fotoperiodistas de distintos países que trabajan para la agencia AP fueron reconocidos en la categoría de Reportaje Fotográfico “por la desgarradora crónica fotográfica sobre las olas sin precedentes de migrantes y su ardua travesía en dirección norte desde Colombia hasta la frontera de Estados Unidos”. La imagen de un niño a quien un hombre ayuda a pasar el río Bravo a la altura de Ciudad Juárez, arrojándolo para ser atrapado por los brazos de otro adulto, fue captada en marzo del 2023 por Christian Torres Chávez, quien se convierte así en uno de dos fotoperiodistas mexicanos premiados.
Un reconocimiento histórico
El Pulitzer constituye el galardón de mayor prestigio en el periodismo. Es como el Oscar otorgado para trabajos cinematográficos de Estados Unidos, pero con relevancia internacional.
Se trata del primer juarense en recibirlo, representar a un oficio determinante en la difusión de los sucesos de una frontera de protagonismo global, como la nuestra.
Christian Torres Chávez nació en Ciudad Juárez en 1990, de padre y abuelo fotoperiodistas y madre enfermera, por lo cual debió de haber crecido muy consciente de las crisis fronterizas de los últimos 30 años. Obtuvo una licenciatura en periodismo en la Universidad Mexicana del Norte. Desde el 2008, ha hecho carrera en medios informativos locales, antes de incursionar como corresponsal de agencias nacionales e internacionales. Actualmente labora también en un medio local.
“El primer juarense en recibir este premio representa a un oficio determinante en la difusión de los sucesos de una frontera de protagonismo, global como la nuestra”
En una profesión de por sí riesgosa, Torres Chávez forma parte de una generación de fotógrafos de prensa que se ha mantenido al frente durante algunos de los momentos más difíciles de la historia regional. Le ha tocado documentar un amplio rango de sucesos, desde triunfos deportivos, hasta tragedias sociales, a veces en condiciones que lo han hecho dudar de seguir ejerciendo su labor. Ha visto compañeros heridos o asesinados, él mismo en una ocasión fue golpeado, detenido y amenazado de muerte. Conoce el miedo, pero también sabe de la valentía, del amor a su vocación.
Por eso, este premio no solo refleja el valor informativo del fenómeno migratorio, sino la importancia de los periodistas. El premio es un reconocimiento a todos los profesionales de la cámara que han trabajado con compromiso y pasión por informar en nuestro país.
En ese sentido, resulta muy afortunado que un juarense se cuente entre los dos mexicanos integrantes del equipo premiado ̶̶ el otro es el veracruzano Félix Márquez ̶̶. Desde el siglo XIX, la región de Paso del Norte ha sido objetivo de cámaras fotográficas. La condición fronteriza de lo que se convertiría luego en Ciudad Juárez y El Paso facilitó la llegada de pioneros de la imagen en busca de escenarios “distintos” y “exóticos”, como dice el fotohistoriador Miguel Ángel Berumen. De hecho, uno de los retratos más famosos de Benito Juárez se tomó en Paso del Norte en 1866.
Posteriormente, los sucesos que tuvieron lugar a principios del siglo XX en la frontera atrajeron a fotoperiodistas profesionales y aficionados de varios países, cuando las cámaras se habían vuelto más accesibles al producirse en serie. Ni el encuentro Díaz-Taft, ni la Revolución, ni siquiera Francisco Villa se entienden igual sin la extensa presencia visual fronteriza.
“Ha visto compañeros heridos o asesinados, él mismo en una ocasión fue golpeado, detenido y amenazado de muerte”
Y al ser más evidente la importancia estratégica del antiguo Paso del Norte, Ciudad Juárez volvió a ser protagonista conforme crecía su relevancia económica, política y social. Eso se reflejó en diferentes ocasiones en el periodismo, incluyendo el fotográfico.
Con el avance de la tecnología y la interconectividad global, en las últimas décadas se han dado las condiciones para que las imágenes fronterizas se difundan como nunca antes, justamente en el momento cuando, una vez más, Ciudad Juárez ha sido una de las primeras comunidades donde se han conjugado con intensidad los elementos del mundo moderno.
Ciudad Juárez ha enfrentado el desafío. Y ahí han estado sus fotoperiodistas registrando las escenas de logros, de pérdidas, de lucha, de fuerza, de dolor, de aprendizaje. Se trata de fotógrafos acostumbrados a los acontecimientos de una ciudad resiliente que han incursionado en la era digital, se han visto obligados a ajustar sus protocolos de seguridad y han entendido, como nunca antes, la importancia de trabajar aquí.
Mientras el mundo entero mira hacia esta frontera, los fotoperiodistas locales han hecho las veces de guías para colegas mexicanos o extranjeros y han visto sus imágenes publicadas en medios internacionales, libros incluso. Ellos siguen siendo los ojos de esta urbe.
Cuando Torres Chávez reciba a finales de año su premio en Nueva York, podrá sentirse muy orgulloso, nosotros también lo estaremos.
