
Ciudad Juárez.– La entrega de libros de texto en el último ciclo escolar superó los 2 millones ejemplares entre los diferentes niveles de educación básica, por lo que agrupaciones que promueven el reúso de libros para evitar que se conviertan en basura al terminar las clases, convocaron al próximo evento de acopio con el objetivo de canalizarlos a segundo uso.
La organización está a cargo de Petauro Lector, un club de lectura que desde hace 13 años inició con la actividad para responder a la preocupación de familias que no sabían qué hacer con los libros y cuadernos que quedaban en desuso. En el 2012 recibieron los libros de 11 niños y niñas que terminaron clases y antes de las vacaciones del verano, tomaron una acción de conciencia social, ecológica y medioambiental.
El pasado fin de semana (21 de junio) los voluntarios integrantes del club realizaron una jornada de recepción de materiales. Susana Torres, coordinadora del grupo, informó que se logró la captación de 2 mil 960 kilos de papel para reciclaje, además de los libros de lectura en condiciones para reúso.
Sin embargo, la demanda para la disposición de libros, papel, cuadernos y hojas fue mayor, por lo que se ha preparado una nueva convocatoria solo dos semanas después. Será el sábado 5 de julio cuando se lleve a cabo en el parque público ubicado en el cruce de las calles Paseo del Real y Hacienda San Miguel, de 12:00 del mediodía a la 1:30 de la tarde.
“Recibiremos libros de todo tipo, todo tipo, cuadernos, enciclopedias, revistas, hojas de máquina: materiales desde nuevos hasta muy usados”, detalló el equipo de Petauro Lector en la convocatoria.
Debido a que la actividad es una iniciativa ciudadana, solidaria y de voluntariado, solo se lleva a cabo durante una hora y media, por lo que el equipo organizador insistió a las personas con interés de participar que respeten el horario, hagan una fila ordenada para la entrega, no se estacionen en doble fila y no dejen libros en el parque, antes o después de la hora convocada, porque el abandono de los libros es contrario al objetivo del proyecto.
La iniciativa tiene como primera intención que los materiales se reutilicen, solo cuando se encuentran obsoletos, rotos o ya no son aptos para que otras personas les den un segundo uso, son enviados a reciclaje, permitiendo que el papel se transforme y se creen nuevos productos, y evitando que se conviertan en basura al mezclarse con otros residuos en el relleno sanitario.