Reliquias para leer: Conoce la Librería Anticuaria
Foto: Net Noticias | Fotografía: Samuel Palacios / Gráfico: Náyade Cruz

Ciudad Juárez.– Apenas entra uno al local, la mirada se pierde entre tantos ejemplares. Libros de cocina, de teología, enciclopedias, clásicos de la literatura, de superación personal, académicos, diccionarios, revistas de arte, cómics de los noventa. Cada estante está lleno con sus hojas amarillentas, cada escaparate está cubierto con sus portadas de colores inigualables.

Explorar la Librería Anticuaria de Ciudad Juárez representa un reto para los lectores que gustan de adquirir ediciones que no están en circulación o que desean libros tan específicos y curiosos que difícilmente estarán en los estantes de las librerías comerciales. Entrar allí es perderse en mundos de todo tipo.

Ubicada en el Pasaje de Correo de la Zona Centro, la Librería Anticuaria tiene unos 7 mil ejemplares, calcula su propietario Yves Figueroa Parra, quien comenzó con la venta de libros hace 10 años. Aunque su amor por la lectura se remonta a su infancia, cuando exploraba los tomos de enciclopedias que había por casa. Además, al ser hijo de profesores, estaba casi obligado a aprender a leer y comprender los contenidos.

Imagen
Ubicada en el Pasaje de Correo de la Zona Centro, la Librería Anticuaria tiene unos 7 mil ejemplares | Samuel Palacios

“Desde niño tuve contacto con los libros y aunque no supiera leer, veía las imágenes. Cuando aprendí, me sentaba al lado del librero y comenzaba a hojear las enciclopedias, que era lo que más se manejaba en los años setenta”, recuerda Yves Figueroa.


"Desde niño tuve contacto con los libros y aunque no supiera leer, veía las imágenes"


¿Pero cómo pasó de ser un lector tradicional a ser coleccionista y comercializador de libros? Curiosamente, su librería empezó primero en internet y con apoyo de redes sociales comenzó a ofertar los ejemplares. Fue hasta febrero de 2014 que se pasó a un espacio físico que ahora está repleto de materiales.

“Cuando viajo y tengo la oportunidad me gusta visitar librerías. Es algo que ya traes. Siempre estuvo en mí la idea de poder hacer un proyecto”.

Aquellos primeros libros, explica Figueroa, fueron algunos que formaron parte de su colección privada. “El lector, con el tiempo, esto es un común denominador, se va especializando. Del gran volumen de libros que tenías, se reduce, porque te vas especializando. Tuve libros que ya había leído y revisado, o que definitivamente no me interesaron y trata uno de ya no tenerlos porque ocupan espacio”.

Una idea resiliente

La apertura de la Liberaría Anticuaria se dio en un contexto que no parecía favorecedor. Juárez y el país tenían la herida abierta de la llamada “Guerra contra el Narco”, que llevó a situaciones de inseguridad insostenibles para los negocios. Yves recuerda que a su llegada al Pasaje de Correo la mayoría de los locales no estaban arrendados y el escenario de inseguridad estaba latente.

La Zona Centro, además, se percibía como un lugar poco atractivo, con edificios derruidos, negocios en decadencia y espacios que no se aprovechaban para la promoción de la cultura, sin embargo, la obstinación, pero sobre todo tener una idea bien planeada, fueron suficientes para sobrevivir.

Imagen
Explorar la Librería Anticuaria de Ciudad Juárez representa un reto para los lectores que gustan de adquirir ediciones que no están en circulación | Samuel Palacios

“Se requiere que te animes, pero que no dejes fuera la planeación. Muchos llegan hasta la parte de la idea, pero no la concretaron. Mi recomendación es que en cualquier tipo de proyecto, lo hagan, pero considerando todas las variables y planeando bien lo que quieres hacer para que tengas más probabilidades de éxito”, agrega.

El comerciante, además, defiende la idea de instalarse en esa zona: “la gente me pregunta ¿por qué estás en la Zona Centro?, ¿por qué no vas a un centro comercial donde posiblemente te pueda ir mejor económicamente? La respuesta es que las librerías de libros usados y antiguos, el común denominador es que estén en el Centro Histórico”.

Imagen
La zona es un nicho para locales dedicados a la venta de antigüedades, artículos vintage, libros, numismática, ropa y artículos de moda alternativa | Samuel Palacios
Imagen
La zona es un nicho para locales dedicados a la venta de antigüedades, artículos vintage, libros, numismática, ropa y artículos de moda alternativa | Samuel Palacios

La librería, considera Yves, ha permitido crear un ambiente distinto para la promoción de la cultura y la literatura. También recordó a otros propietarios que la zona es un nicho para locales dedicados a la venta de antigüedades, artículos vintage, libros, numismática, ropa y artículos de moda alternativa.

“Queremos que las personas que andan en el Centro vengan a visitarnos y ver la literatura que tenemos, pero también que vean cuadros, imágenes, documentos que los puedan ilustrar. Que también sea un recorrido cultural, de cuestiones históricas”, dice el librero.


"Queremos que las personas que andan en el Centro vengan a visitarnos"


Además de vender los libros, Yves ha habilitado una sección en la que las personas pueden tomar los materiales que gusten. También realiza donaciones de artículos, sobre todo científicos, a instituciones educativas para que los aprovechen. Cuando los libros definitivamente no se venden ni se donan, entonces pasan al reciclaje.

“Nosotros intentamos promover la donación, no nada más a esos grupos, sino a las personas que vienen y si les interesa un libro, se lo pueden llevar. Deshacerse de un libro es fácil, la cuestión es cuál es el objetivo de hacer eso”.

Figueroa dice que su objetivo es vender libros que sean accesibles para el público, pero también tiene libros caros que se pueden tazar hasta en 20 mil pesos. “Eso es lo importante del conocimiento más profundo de los libros, pero eso es complementario, lo que importa es que la gente halle variedad de libros y que haya la mayor accesibilidad para las personas”.

Desde reliquias hasta anuarios

Dentro de unas vitrinas y bajo vigilancia especial, Yves tiene ejemplares dedicados especialmente a la historia de la localidad y del estado, con la visión de diversos autores que abordan momentos clave como la fundación de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), la entrega de los terrenos de El Chamizal, el desarrollo social y económico de la región, así como crónicas de la evangelización de las comunidades rarámuri en la Sierra y hasta anuarios de escuelas públicas.

Esta sección contiene ediciones muy raras, difíciles de conseguir, por lo que se vuelven muy preciadas y alcanzan un precio superior al resto de los libros. Yves Figueroa explica el porqué estos ejemplares tienen un tratamiento especial.

“Muchos de esos libros ya no se están imprimiendo, solo usados los van a encontrar. Si por x causa llega una de las personas que participó en la edición les pregunto: ¿por qué ya no están reimprimiendo el libro? Muchas veces es porque el autor ya falleció y los derechos quién sabe dónde están”.

El librero pone de ejemplo “Historia de Ciudad Juárez” de Armando B. Chávez, uno de los materiales que mejor describen el desarrollo de esta localidad y cuyas ediciones que ha podido revisar son de los sesenta y setenta. “Es un libro excelente para quien quiera iniciar conociendo la historia de la ciudad. ¡Enséñame una edición reciente de su libro! Yo quisiera ver una. No está”.

Después de tanto leer, el siguiente paso para Yves era ser escritor y este año espera cumplir ese objetivo con la publicación de su primera obra. “El lector consolidado tiene que evolucionar a escribir, eso lo entendí hace cinco años. Dije: ¿de qué me está sirviendo todo lo que estoy leyendo?, ¿qué estoy produciendo de eso? Ya lo hemos dilatado mucho, pero esperamos sacar nuestro primer libro en 2024”.

‘No hay libro malo’

Aunque el proyecto le ha traído muchas satisfacciones, como ir forjando un corredor cultural, que las personas puedan obtener libros interesantes a bajo costo y que se fomente la lectura y el intercambio de ideas al respecto, el librero reconoce que a veces le ha tocado “trabajar por el amor al arte”, sin la retribución económica esperada, pero consciente de que el conocimiento y la información circula.

Yves Figueroa remarca una frase de Plinio: “no hay libro malo que no contenga algo bueno” y lo demuestra con una amplia variedad de títulos que acumula en los locales que arrenda. Pilas, hileras, estantes, mesas, libreros, cajas, el suelo, están llenos de esos portales a nuevas aventuras y que podemos sostener en nuestras manos.

Publicidad
Enlaces patrocinados