Ciudad Juárez.- Esta mañana la Iglesia católica de Ciudad Juárez y El Paso se unió en una misa binacional dedicada a los migrantes fallecidos en su intento por cruzar la frontera.
La ceremonia tuvo lugar en un altar colocado sobre el Río Bravo, justo en el punto donde convergen tres estados: Chihuahua, Texas y Nuevo México.
Durante la misa, el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campo, subrayó los riesgos que enfrentan los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos y reiteró su compromiso con esta comunidad vulnerable. En el evento también participó el obispo de El Paso, Mark Seitz.
Entre los presentes, Alejandro Guerra, un migrante de Venezuela, compartió su testimonio, en el cual destacó que uno de los mayores riesgos que enfrentan los migrantes es la extorsión. Guerra también comentó sobre las políticas implementadas durante el gobierno de Donald Trump, reconociendo que algunos migrantes han cometido delitos y que, por ello, todos suelen ser juzgados de la misma manera. Sin embargo, pidió que se establezcan políticas que apoyen a quienes respetan las leyes, permitiéndoles construir una vida digna en su destino.
Migrantes, portando banderas de sus países, participaron en la ceremonia, mientras asistentes de ambos lados de la frontera escucharon la misa, simbolizando la unión entre ambas naciones en este homenaje a quienes han perdido la vida buscando un mejor futuro.