Ciudad Juárez.– Por más de cinco meses la familia de Enrique Torres Sabino ha compartido su fotografía, hecho recorridos y se ha reunido con la autoridad para pedir claridad y resultados y dar con el paradero del hombre que desapareció tras salir de su casa el 1 de junio de este año en la colonia Las Haciendas.
Su hermana, Celina Torres, ha realizado la búsqueda por las calles de la ciudad, se ha reunido con colectivos y otras personas que buscan a sus familiares ausentes para poder contar con orientación y apoyo, pues su familia es del estado de Oaxaca y ella apenas lleva un año habitando en esta frontera, por lo que no conocía los protocolos de búsqueda ni la ubicación para presentar un reporte de ausencia.
A dos meses de la desaparición, Celina logró reunirse con el fiscal general del estado de Chihuahua, César Jáuregui Moreno, quien se comprometió a ayudar para agilizar la búsqueda; en ese momento se le informó a la familia que pese a que ellos tenían una pesquisa emitida por la autoridad, el estatus de búsqueda no estaba activo.
A principios de agosto se emitió nuevamente la pesquisa de búsqueda y se solicitó a la familia que se presentara la madre de Enrique para hacer una toma de ADN para análisis y rastreo con los casos de personas y cuerpos localizados por la autoridad de investigación.
La señora Irma Sabino Ortega, madre de Enrique, permaneció en Ciudad Juárez en espera de resultados de ADN durante un mes, sin embargo, la preocupación por no saber de su hijo deterioró su salud y tuvo que volver a su casa en Oaxaca.
Hoy, tras haber sido citada por el personal que lleva el caso de su hermano y con la noticia de que había nueva información, la señora Celina se presentó en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) para completar una entrevista que aportara información de las características físicas y las prendas que portaba Enrique el día de su desaparición.
Sin embargo, aseguró que el proceso ha sido difícil por la falta de resultados, además de tener que visitar en múltiples ocasiones las distintas oficinas gubernamentales sin que los distintos responsables de la investigación puedan compartir un seguimiento oportuno.
“Ahorita en Semefo no me dieron nada, dijeron que ellos no me podían dar más información, solo completar la entrevista. Por eso yo vine ahorita a la fiscalía, pero solo me dicen que tengo que esperar. Yo ahorita ya no quiero esperar más, queremos los resultados de ADN, que ya me lo entreguen”, compartió hoy la señora Celina.
“El error lo cometieron ellos desde un principio. El primero de junio desapareció, el 3 de junio pusimos el reporte y nos dijeron que si ya habíamos buscado en hospitales, y pues sí, nosotros ya habíamos hecho todo el recorrido y caminamos, fuimos (a preguntar por él) a unas direcciones que estaban en su libreta. Nosotros les dimos todo, las conversaciones de su Facebook, la dirección donde habían visto su auto”, explicó consternada por el tiempo que han esperado y la incertidumbre de seguir en espera de resultados.
La información de la ubicación del vehículo fue aportada por un colectivo que contactó a la familia el jueves 20 de junio por la tarde, por lo que planearon acudir el sábado para corroborar si se trataba del automóvil de Enrique, sin embargo, el viernes 21 de junio, el Ford Taurus de color negro fue ubicado en una escena del crimen tras una balacera en la colonia Galeana.
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Toda la información fue aportada a la autoridad del Ministerio Público (MP) que llevaba el caso, sin que la familia Torres Sabino obtuviera información. Fue hasta el mes de agosto, después de la reunión con el fiscal, que el coordinador de los Ministerios Públicos, Eric Solís, canalizó a la familia con otro agente MP, a quien nuevamente le proporcionaron los datos disponibles sobre el caso, mismos que la familia había reunido.
Tres meses después, tras un rastreo y un cateo realizado en una vivienda de la colonia Hacienda Santa Fe, la autoridad informó a la familia que se realiza el análisis del un cadáver localizado inhumado clandestinamente, debido a los aspectos que permiten sospechar que puede tratarse del hombre de 44 años al que su familia lleva más de cinco meses buscando.
“Me dijeron que aproximadamente en una semana, para cotejar la entrevista, porque yo traía una foto, y los tenis sí son. Nunca van a resolver las cosas si dicen ‘fue una llamada que no tiene importancia‘; entre tantas hay algo por algo”, comentó la señora Celina en su consternación.