Papaya Orgánica, un negocio ecologista
Foto: Cortesía | Lilia Rosales, fundadora de Papaya Orgánica

Lilia Rosales es una joven emprendedora que, desde hace dos años, decidió fundar Papaya Orgánica, una tienda inspirada en ofrecer alternativas de cuidado personal y cosmética que sean amigables con el medio ambiente y el cuerpo, pues todos los productos son naturales y libres de envolturas de plástico.

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“Yo comencé con el proyecto por una experiencia personal, pues hace siete años inicié una búsqueda de productos que fueran más amables con mi piel y el medio ambiente. Fue ahí que yo me di cuenta de que en Ciudad Juárez realmente no existía un lugar que ofreciera estas alternativas que se pueden utilizar para suplir el plástico y dejar de usar químicos en nuestra piel: más allá de iniciarlo como un negocio, yo quería informar a más personas para que se interesaran en cambiar pequeños hábitos y fueran más conscientes de su consumo”, comenta Lilia.

En un inicio Papaya Orgánica comenzó con una pequeña comunidad de compradores interesados en estos productos naturales, por lo que Lilia concretaba sus ventas únicamente por la página de Instagram, sin embargo, por el buen recibimiento que ha tenido en estos años, hace unos meses abrió una tienda física al lado de otras emprendedoras juarenses.

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Consumo responsable

En Papaya Orgánica las personas pueden encontrar cosméticos veganos, champús, acondicionadores, cremas corporales e incluso desodorantes sólidos libres de productos químicos y empaque de plástico, por lo que los consumidores adquieren un doble beneficio al cuidar de su cuerpo y el medio ambiente.

La copa menstrual, menciona Lilia, es uno de los productos estrella de la tienda: “a pesar de que la copa surgió hace varios años, últimamente he notado que cada vez son más las mujeres interesadas en utilizar este tipo de alternativa que tiene muchos beneficios, tanto económicos, como ambientales”.

De acuerdo con datos de Papaya Orgánica, el precio de una sola copa equivale a 12 paquetes de toallas sanitarias o tampones y puede utilizarse hasta 10 años, además de que con esto se evita el uso de productos desechables, y las mujeres protegen su cuerpo de infecciones e irritaciones.

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Pequeños cambios, grandes recompensas

Para Lilia estos pequeños cambios en el consumo de los productos de uso diario solo son un indicio para algo más grande: “siempre va a ser más cómodo dejar que otros hagan las cosas por nosotros, sin embargo, todas nuestras acciones tienen un impacto en el ambiente, y no será hasta que empecemos a cuestionarnos sobre nuestros hábitos, que las empresas, fábricas y el gobierno le darán un valor real al cuidado del planeta”.

No existe el ambientalista perfecto, y no sirve de nada que las personas se culpen si un día usan plástico o no reciclan, es un proceso largo y la intención es que más personas se animen y se sumen al cuidado del medio ambiente.

Con el paso del tiempo Lilia ha intentado crear una comunidad a través de Papaya Orgánica, que se enfoca en acciones que van más allá de la venta de productos: “el alcance de las redes sociales me ha servido para compartir mis aprendizajes como ambientalista imperfecta, me gusta mostrar en el perfil de Instagram de la tienda alternativas que las personas puedan seguir desde sus casas de una forma sencilla y económica”.

La fundadora de Papaya comparte consejos y procedimientos en sus redes sociales para que las personas elaboren su crema de maní natural, lechadas de almendras y avena, recetas veganas e incluso composta con desechos orgánicos para tener tierra fértil.

“La intención es que la gente no crea que Papaya Orgánica solo es un lugar de venta, sino que pueden conocer alternativas que mejoren su calidad de vida de forma sencilla y sin tanto dinero. Me gusta utilizar la plataforma como un lugar de aprendizaje donde todos compartimos tips y nos ayudamos como comunidad”, comenta Lilia.

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Mujeres emprendedoras

En los últimos años las mujeres con un negocio propio se han visibilizado en la ciudad gracias al alcance de las redes sociales y los bazares que ellas mismas organizan y esto, de acuerdo con Lilia, ha creado una comunidad y red de apoyo: “más allá de pensar que somos muchas mujeres emprendedoras, es tener el apoyo de personas que con el tiempo también se vuelen tus amigas. Es lindo ver como mujeres concretan sus proyectos al sentirse apoyadas por otras empresarias”.

Ahora que Papaya Orgánica ya es una tienda física, Lilia busca expandir sus productos a otros puntos de la ciudad para que más gente tenga acceso a estas alternativas de cuidado personal; además de que próximamente le gustaría brindar talleres sobre la composta y la elaboración de lechadas.

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