Un día primero de junio pero de hace ya dos años, toda la fronteriza Ciudad Juárez amaneció estremecida. La jirafa Modesto estaba en el piso y no parecía moverse. Minutos más tarde, las autoridades del Parque Central confirmaron el fallecimiento del que ahora es mascota eterna de toda la localidad.
La criatura llegó al pulmón de Juárez en 2001, con apenas un año de edad y cuando el parque todavía tenía pasto. De acuerdo con testigos y con el fallecido “Miguelito”, su cuidador, era un animal juguetón que disfrutaba de dar la vuelta por su hábitat y nunca pareció inmutarse ni molestarse por el extremoso clima de la región.
Con el tiempo se transformó en un gigante, un gigante amable que nunca despreció a un solo niño ni a las muchas generaciones que crecieron frente a sus ojos. Entre estas mismas, habían quienes nunca le fallaban, haciendo acto de presencia cada Semana Santa para visitarla.
Dos días después de su fallecimiento, fueron cientos de familias las que se dieron cita alrededor de su hábitat para despedirla, le dejaron cartas, dibujos, flores; le prendieron veladoras y le lloraron al animal que había crecido y se había hecho viejo junto con ellas. Sin embargo, habiendo pasado mas de dos años de su muerte, habiendo pasado por la polémica de otra jirafa, la memoria del animal parece haber quedado olvidada.
Un olvido que no es de todos
Si bien este año ya no se hicieron pasteles, ni se recordó su memoria, ni se ha vuelto a discutir la posibilidad de levantar un monumento en su honor, no todos han dejado atrás el recuerdo del animal que se ganó el corazón de toda la frontera.
“No, yo sí siento feo. Vengo seguido a caminar entre semana y yo todavía siento que la extraño, como que le falta algo al área donde estaba la jirafa. Y luego a Modesto yo creo todos lo quisimos, nunca nos peleamos ni andábamos discutiendo para que se lo llevaran”, expresó la señora Ana Carmen para Net Noticias.
Por lo pronto, y hasta que se le realice algún otro homenaje, según el Parque Central, la memoria de Modesto vivirá por siempre en el logo de la institución, mismo que de acuerdo con el área verde, es un honor a la primera jirafa de Juárez.
