Me venía para acá o me quedaba a ser narco, relata migrante
Foto: Kevin Luna

Ciudad Juárez.- Cientos de migrantes procedentes del sur del país han llegado a esta frontera en busca de cruzar a Estados Unidos y encontrar la paz que no tienen en sus lugares de origen.

Huyendo del narcotráfico y la violencia, al llegar a esta frontera prácticamente ‘tomaron’ los puentes internacionales, durmiendo a la intemperie.

Temerosos y asegurándose de no ser grabados o fotografiados, los migrantes mexicanos relataron las experiencias que los obligaron a abandonar sus casas, tomar algo de ropa, abordar un camión y llegar a Ciudad Juárez.

Uno de estos migrantes compartió que desde hace cinco días se encuentra en este lugar junto con otros 6 familiares, procedentes de Michoacán.

Contó que en el pueblo donde vivía los cárteles ‘levantan’ a adolescentes y adultos para integrarlos a sus filas y combatir a otras bandas criminales.

Señala que en dicho poblado, las balaceras se dan todos los días, a cualquier hora y sin importar el lugar.

Este hombre, quien es la cabeza de su familia, mostró las cicatrices de impacto de bala que sufrió hace algunos meses cuando regresaba a casa luego de su jornada laboral como agricultor.

Relató que conducía su motocicleta cuando de pronto dos camionetas comenzaron a intercambiar disparos en medio de una transitada calle, resultando él y otros pobladores más heridos.

Tras esta experiencia y luego de que la casa de uno de sus hijos fuera baleada, sin una aparente razón, decidió a ahorrar lo suficiente para comprar boletos de camión con destino a esta frontera.

"Si no me reciben a mí no importa, pero si quiero que los reciban a ellos”, expresó señalando a sus hijos.

Un testimonio más, es el de una mujer quien contó haber tenido su propio y sencillo puesto de tacos en una esquina cercana a su casa también en el estado de Michoacán.

Comentó que sufrió un intento de extorsión y al negarse, debido a que lo que gana era muy poco y era parte de sustento diario, al siguiente día balearon su casa.

"Después de eso yo le dije a él, sabes que vámonos porque aquí nos van a matar", relató esta migrante.

Tras sufrir esto y conversando con sus esposo tomaron la decisión de abandonar lo que tenían en su lugar de origen y buscar asilo en Estados Unidos, un país que consideran más seguro que cualquier otra ciudad de México.

Un tercer testimonio, pero ahora originario del estado de Guerrero, dijo que huyó para no ser reclutado por algún grupo delictivo.

"Yo tenía mi trabajo y mi casita, pero yo no quería trabajar para el cártel. No tenía otra opción o me venía o me quedaba para ser narco y muy probablemente morir en unos meses" precisó el joven entrevistado.

De acuerdo con los migrantes entrevistados ninguna dependencia de gobierno se ha acercado a ofrecerles ayuda o asesoramiento para buscar asilo en el vecino país, por lo que entre ellos mismos han hecho una lista y la han entregado a autoridades de este puente internacional.

Comentaron que algunas personas, asociaciones y Cruz Roja son los que se acercaron a brindarles alimentos y cobijas que pueden usar en las banquetas donde duermen.

Compartieron que en algunos lugares cercanos donde existen regaderas les han dado la oportunidad de bañarse y de lavar su ropa.

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