De Brasil a Juárez, la travesía por el sueño americano
Foto: Ever Chávez

Ciudad Juárez.- La inseguridad y las carencias económicas obligaron a Manoel y a sus dos hijos a salir de Brasil para buscar mejores oportunidades en Estados Unidos, sin embargo, su estancia en el vecino país no fue lo que creía y ahora espera en Ciudad Juárez una respuesta por parte del gobierno de Donal Trump a su solicitud de asilo.

Manoel forma parte de un grupo de 90 personas de origen brasileño que fueron retornadas a esta ciudad por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Han encontrado en la Casa del Migrante un refugio en medio de la incertidumbre por saber si podrán continuar el sueño americano.

“Decidí salir de Brasil por la cuestión económica, ya que el sueldo que percibía no me alcanzaba para mantener a mi familia, y el principal objetivo de llegar a Estados Unidos era mejorar la calidad de vida de mis hijos y mi esposa en todos los sentidos”, comentó Manoel, oriundo de la capital del país sudamericano, Brasilia.

Al momento de abandonar su país, no imaginó que terminaría en la árida Ciudad Juárez, donde miles de migrantes de diversas partes del continente, principalmente centroamericanos, han llegado para esperar la respuesta de las autoridades migratorias. Su travesía duró más de tres días, aunque fue un poco menos complicada que el grueso de los que buscan ingresar a EU.

“Primero llegamos a Lima, Perú, para luego abordar un vuelo a la Ciudad de México y llegando abordamos un autobús que su destino final era esta ciudad”, contó.

Si quería empezar una nueva vida tendría que deshacerse de sus pertenencias. Vendió su auto y propiedades para obtener los recursos necesarios para iniciar el viaje: 15 mil dólares que lo llevarían a un lugar desconocido, pero donde ha encontrado alimento, atención médica y un lugar donde pasar las frías noches.

Manoel recordó cómo fue su estancia en EU: “nosotros pensábamos que el gobierno nos daría el asilo político sin ninguna dificultad, pero al estar los centros de retención fuimos torturados, maltratados en celdas frías, donde la capacidad de esas habitaciones era para siete personas, pero ahí alojaban hasta 20 migrantes, este trato era para adultos como para los niños”.

El brasileño agregó que los migrantes reciben un trato inhumano en los centros de detención, los menores son quienes sufren más esta situación: “los migrantes pretendemos lograr el sueño americano para aportar nuestro trabajo, no somos delincuentes”, sentenció.

De acuerdo con personal de la Casa del Migrante, algunos de las personas de origen brasileño retornados a México decidieron regresar a su nación, mientras que otros decidieron irse a hoteles. En total quedan 65 personas que, como Manoel, esperan una respuesta positiva y rehacer su vida del otro lado del muro.

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