Ciudad Juárez.- Algo que caracteriza a las grandes ciudades es su vida nocturna; Ciudad Juárez fue famosa por tener una de las más ambientadas de todo el país en la década de los ochenata. Lugares como Electric Q, Vértigo, Atorón, Chihuahua Charlie´s, y Sesto Senso fueron solo algunos de los que sobresalieron en esa década.
Cada fin de semana la zona del Pronaf lucía abarrotada por una gran cantidad de jóvenes con el único fin de divertirse y disfrutar las noches.
Cristina Provencio, organizadora de eventos, recuerda que el Electric Q era punto de reunión obligado para quienes querían disfrutar de una larga noche de baile y música, ya que esta discoteca cerraba después de las 5 de la mañana.
Otro de los lugares que se convirtió en uno de los favoritos de aquella época fue el Pueblito Mexicano, primero el centro comercial que por las noches se convertía en la disco más grande de la frontera, hoy solo quedan recuerdos y las oficinas de Gobierno del Estado que aún conservan parte de la identidad del lugar.
“Este lugar se puso muy de moda, pues a la hora que llegarás era el precio de la cerveza y era de lunes a lunes prácticamente, la gente que salía de la universidad o del trabajo terminaba aquí, además de que el ambiente era lo mejor de aquella época. El Pueblito está lleno entre semana, también el fin, pero los días buenos eran durante la semana”, comentó Cristina.
Uno de los puntos obligados para pasarla bien en los ochentas en Juárez fue el Chihuahua Charlie´s, un restaurante que a cierta hora de la noche se convertía en una de las pistas favoritas para iniciar la fiesta de fin de semana. ¿Se acuerdan?
“El Chihuahua Charlie´s era como para ir calentando, de aquí salíamos todos a otros lugares. Al Electric o al Vértigo. Es que el Chihuahua era restaurant y no tenia pista como tal, pero a cierta hora ponían música y pues te ponías a bailar”, mencionó la organizadora.
Para muchos la mejor disco de la época fue Vértigo, el sitio obligado para que todos los fronterizos pasaran noches increíbles que sin duda guardan en la memoria, este lugar cerraba después de las 4 de la mañana, su sistema de sonido y luces hacía un juego perfecto con el ambiente que ahí se vivía.
“Yo creo que Vértigo fue uno de los mejores, no solo de Juárez, sino incluso de México. Mucha gente venía aquí, incluso deportistas, cantantes y actores se la pasaban aquí. Aquí era otra cosa, venías y parecía que estabas en otro mundo. También aquí cerraban a las 4 o 5 de la mañana. Los domingos era para las tarugadas con los menores, de 12 a 5 y se llenaba, todos los de la secundaria estaban aquí. Pero para los grandes era punto de encuentro y de fiesta, los desniveles del lugar lo hacían todavía más especial, las luces que salían de unas cabezas y el sonido era de lo último”, dijo Cristina.
De estos lugares solo quedan las buenas memorias de aquellos que disfrutaron de las noches de un Juárez que jamás volverá, en otra entrega recorreremos la también emblemática avenida Juárez para reencontrarnos con otros lugares emblemáticos de aquella época.
