Germán Valdés 'Tin Tan': El pachuco original de Juárez
Foto: Cortesía

Ciudad Juárez- Hace cosa de tres días esta fronteriza Ciudad Juárez estuvo de fiesta, No por ella, sino por uno de sus hijos pródigos: Germán Valdés, mejor conocido como “Tin Tan”.

Nacido en la Ciudad de México en 1915, llegó a esta localidad desde muy chico gracias a la ocupación de su padre. Con el paso de los años, le empezaron a conocer por su sentido del humor que era más que afín con la gente de los barrios populares. Para entonces, por los años 30, Tin Tan ya trabajaba en una estación de radio y sin darse cuenta terminó de saltar a la fama casi sin intentarlo.

Fue en esa misma estación donde una mañana se puso a contar a chistes y hacer imitaciones, la más icónica fue la de Agustín Lara. Dicha gracia lo acabó dejando como conductor estelar del programa “El Barco de la Ilusión”, emisión de done saldría un personaje de pachuco, no con el nombre que todos conocemos sino con el mote de “Topillo”.

No fue hasta 1943 cuando a Topillo lo descubrió el ventrílocuo ecuatoriano Edmundo Jijón Solís, autobautizado como “Paco Miller”, lo escuchó en una visita a Ciudad Juárez. Tanto le gustó que los convenció de unirse a su compañía teatral con su personaje tirilón, más que influenciado por la cultura de California en los Estados Unidos y una tanto de moda para la época en el municipio.

Cambiaron dos cosas, la primera fue el nombre. Ya no se llamaría Topillo, sino “Tin-Tan”, esto para evocar un nombre más musical al ya no solo dedicarse a las voces y a los chistes, tenía también que cantar con su buena voz y con su carnal Marcelo en la guitarra. El otro cambio, era más drástico: el primer pachuco de Juárez, ya no sería solo para estas tierras.

Su primera presentación fue en el Teatro Aldama de Guadalajara Jalisco. De ahí le seguiría una carrera con más de 100 películas filmadas entre las que destacan “El Rey del Barrio, El Revoltoso y El Ceniciento”. En el tema musical también dejó huella con canciones como “Bonita”, “Contigo” y la inmensamente famosa “Cantando en el baño”. Todo lo anterior de la mano de su spanglish característico de nuestra región.

Hijo de un agente aduanal, el mayor de los Valdés perdió la batalla contra el hepatitis en 1973, enfermedad que padecía desde hace varios años. Si bien, su perdida se sintió en todo el territorio nacional, a nadie le pesó más que a los juarenses.

Tan es así que a lo largo de los años se le levantaron tres estatuas, la colonia Bellavista tiene una sala de artes en su honor, se le han dedicado incontables exposiciones artísticas, su personaje inspiró un festival entero y cada 19 de septiembre se le recuerda, este 2024 cumpliría 109 años de existencia.

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