Foto: Net Noticias

Ciudad Juárez.- Juan Antonio de 42 años acude cada 12 de diciembre a la Catedral para colocar su ofrenda a la Virgen de Guadalupe.

“He tenido varias experiencias y me ha demostrado que hay una persona que me cuida en el cielo y es mi madre, por eso cada año es una regla que tengo que venir, ya sea enfermo, lloviendo, nevando, aquí estoy”, aseguró.

Una de las experiencias que marcó su vida e incrementó su fe, ocurrió hace un par de años cuando con tan sólo 10 dólares en su bolsillo llegó a Denver, Colorado, en busca de sus familiares, sin embargo la dirección que traía ya no existía.

“Entonces duré dos días en la calle y curiosamente al tercer día, que era un miércoles fui a una escuela, me recibió una muchacha de nombre Lupita, le expliqué el problema, me llevó al Santuario Nuestra Señora de Guadalupe y ahí encontré a mis familiares, para mí ese fue un milagro grande. Desde entonces vengo sin falta”.

Agregó que en ese momento no pensó en la Morenita del Tepeyac, pero después curiosamente hiló las señales. La mujer que lo ayudó se llamaba Guadalupe, era latina y lo llevó al santuario bajo el mismo nombre “¡era un milagro!”

Juan Antonio comparte que cada año coloca un cuadro al exterior de su vivienda adornado con foquitos. “Muchas veces ponemos cosas materiales, pero desgraciadamente nuestro espíritu está retirado, lo toman como comercio y olvidamos el verdadero sentido, que es rendirle homenaje a esta madre que nos protege a todos”, concluyó.

Publicidad
Enlaces patrocinados