Elpidia García, la escritora de la maquila
Foto: Net Noticias | Fotografía: Ynové Vidaña / Gráfico: Náyade Cruz

Confieso que soy fanática de los talleres de capacitación, en particular los relacionados con la cinematografía y la literatura. Desde hace años que he querido ser parte de alguno de los que imparte Elpidia García y me ha resultado imposible, ya que el mismo día que se publica la convocatoria ¡el cupo está lleno! Cuando le digo: “¡Eres la reina taquillera de los talleres, mujer!” su rostro se ilumina con una sonrisa tímida, de esas que las grandes ofrecen al mostrar su sencillez y modestia.

La vida de esta talentosa escritora tuvo un comienzo difícil, segunda de ocho hermanos, las cosas se complicaron cuando su padre decidió abandonarlos cuando tenía tan solo 7 años.

“Mi infancia fue precaria, marcada por muchas mudanzas; al irse mi padre, mi mamá tuvo que trabajar como modista en las tiendas de novias de la Lerdo para mantenernos, nos daba de comer, pero no alcanzaba para darnos educación. La situación familiar me enseñó a ser independiente. A los 15 me dije: no le puedo exigir más, tengo que trabajar para ayudarla; además yo quería estudiar”.

Mujer de manufactura

Elpidia, a su corta edad, se presenta a solicitar empleo, narra que fue difícil, eran demasiadas las mujeres que se presentaban a pedirlo, era la época del boom de las maquiladoras en Ciudad Juárez.

“En la maquila aprendí a administrarme, a luchar por un incremento salarial, a capacitarme, a hablar inglés y a escribir, porque redactaba documentos y procedimientos”.

“Una amiga de ese entonces y que aún conservo, Estela, llegaba diariamente con un libro y en los descansos, me contaba de lo que trataba su lectura, me daba envidia no tener acceso a esos textos de literatura y poesía, en mi casa había libros, pero eran más bien enciclopedias, donde disfruté lecturas de corte infantil, ¿mis favoritas? ¡las fábulas! en la primaria conocí la poesía de Mistral y Martí, entre otros, también me gustaba mucho”.


“Mucha gente quiere aprender y yo siempre he tenido la inquietud por enseñar”


“Ya en la adolescencia tuve acceso a otro tipo de literatura. Mi tío Tomás era miembro del entonces Partido Comunista y preocupado por nuestra seguridad, ya que estábamos solos en casa y el ambiente era peligroso, siempre nos llevaba a mis hermanos y a mí a sus reuniones políticas y sociales, ahí aprendimos a tocar guitarra, a interpretar canciones de protesta y acceder a otro tipo de lectura, como la poesía. Con ello nos salvó de las drogas y el alcohol, puso una barrera cultural entre el ambiente en que vivíamos y nosotros. Siempre se lo he agradecido”.

‘Maquilas que Matan’

La historia de Elpidia en las entrañas de la maquila se cuenta en 33 años de laborar en ellas, desde sus comienzos como operadora, hasta llegar a ser, por mérito propio, gerente de Control de Calidad.

“Fui escalando, si se abría un nuevo espacio, aplicaba. Me capacitaba cada vez que podía y comprendí la importancia de hablar inglés, ese factor era primordial para ascender. Trabajé 20 años en esa empresa, al quebrar, me fui a otra, pero el ambiente era muy machista y discriminatorio, así que me fui pronto. En ese tiempo mi esposo me instó a escribir y subir mis textos a un blog, que se llamaba “Maquilas que Matan”. Nadie escribía sobre lo que pasa en el interior de las maquilas y yo quería mostrar ese mundo, ya que para quienes no pertenecen a él, es casi imposible conocerlo. Al comenzar a publicar me di cuenta que me gustaba y que podía hacerlo bien, así que comencé a tomar talleres de escritura”. Poco después la compilación de esas historias daría como resultado la publicación de su primer libro: “Ellos Saben Si Soy o No Soy”.

“Ingresé a una nueva maquila, pero el esquema de maltrato, discriminación y machismo se repetía y cuando la empresa quebró, a los cinco años de mi llegada, fue el momento de retirarme de ese ambiente y dedicarme a la escritura. En 2003 gané el concurso municipal de Juegos Florales y pensé ‘puedo vivir de esto’. Descubrí que existía el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico, Pecda, leí todos los manuales que encontré para aprender a presentar un proyecto cultural, lo hice y lo aprobaron, con la compilación lista, apliqué para su publicación en otro programa y lo logré. Hoy formo parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte y tengo tres obras listas para editar y publicar, ya en 2025 buscaré la vía para hacerlo”.

Escribir para vivir

Elpidia García cuenta a la fecha en su trayectoria literaria con cuatro publicaciones en solitario, una compilación de textos, varias antologías y publicaciones digitales y decenas, quizá cientos de personas que han pasado por un aula para aprender de ella, porque su trabajo como tallerista es basto.

“Me interesa compartir mi experiencia, mucha gente quiere aprender y yo siempre he tenido la inquietud por enseñar. Lo hice en la maquila, aprendí en talleres y supe que podía hacerlo, así que en 2015 lancé mi primer taller independiente, a partir de ahí he recibido invitación de varios organismos e instituciones y por esa vía ofrezco varios talleres al año”.

“Lo que hago ahora es importante, contribuyo a que otras personas sepan que es posible superarse en cualquier ámbito”.

Con sus alumnos comparte un grupo de Facebook y un chat en donde los apoya con revisión de textos, comparte convocatorias, recomienda lecturas y ejercicios y colabora con quienes estén interesados en la preparación de proyectos y concursos. Ha creado una comunidad literaria en su entorno, en la que algunos miembros ya han publicado y ganado premios y reconocimientos.

Quiero ser recordada como la escritora de la maquila de Ciudad Juárez, ese es mi sueño” y debo decir que ese no es un sueño, porque es así como se le reconoce, hablar de historias de la maquila en esta frontera tiene un nombre y un apellido: Elpidia García Delgado.

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