El Mantequilla Nápoles: Ícono 'adoptado' del boxeo juarense
Foto: Cortesía

Desde hace año y medio, esta fronteriza Ciudad Juárez se ha caracterizado por un cierto nivel de hartazgo hacia la población extranjera debido a la crisis migratoria que azota a gran parte del norte del país. No obstante, allá por 1992, le abrieron las puertas a un ex boxeador: a José Ángel, Mejor conocido como “Mantequilla”.

Llegó hasta esta ciudad ya fuera del pugilismo profesional. Más que bajado de los encordados y con una compañía de baile. Fue precisamente esta actividad la que lo trajo a Juárez, lugar de donde ya no salió tras conocer a quien fuera su esposa Juana Bertha Navarro.

Antes de eso, el nacido en Santiago de Cuba había recorrido un largo camino, tanto del que se mide en kilómetros como del otro que se mide en cantidad de lona y en número de asaltos.

Escapó de Cuba en 1969 para ganar dinero tirando golpes. Más específicamente, salió huyendo del régimen de Fidel Castro que tenía prohibido el boxeo profesional desde 1962 y no lo permitió hasta 2022, proeza que el Mantequilla ya no pudo ver.

Su noche más grande la tuvo el mítico Foro de Inglewood California en 1970. Noche en la que le apagó las luces al texano Curtis Cox para alzarse como campeón del mundo en los pesos wélter de la Asociación Mundial de Boxeo. La revancha se la concedió medio año más tarde y lo vapuleó de la misma forma, pero en la Ciudad de México.

Por el contrario, su contienda más amarga fue aquella recordada por el país entero cuando decidió subir hasta las 154 libras de los pesos medios para enfrentar a Carlos Monzón en aquella dispareja disputa que lo vio retirarse en el sexto round al no poder aguantar la pegada del argentino. Abajo del ring reclamó un piquete de ojo que ya no lo dejó ver; años más tarde, quizás ya afectado por el Alzheimer, juró y perjuró en Ciudad Juárez que el “Manos de piedra” se había trepado a la tarima bajo los efectos de la mariguana.

“El gringo me dijo muchas cosas, pero le partí su madre. Y Monzón… Monzón se subió a pelear mariguano. ¿Cómo le iba a pegar a ese cabrón si subió mariguano?”, decía Nápoles en 2015 entre risas, pero con tono serio.

La carrera de Mantequilla vio su fin un 12 de junio de 1975 en la Plaza México capitalina ante el londinense John Stracey. Este mismo le puso freno al cubano en el sexto round con un nocaut técnico para llevarse la victoria y el campeonato peso wélter de Consejo Mundial de Boxeo. Todo después de haber defendido con éxito el mencionado cinturón y tras reponerse del revés que le propinó el de Santa Fe Argentina.

Ya en las tierras de Juan Gabriel, Nápoles se volvió icono de esta localidad por entrenar pugilistas en los Baños Roma de la zona centro, de la calle Ignacio Mejía para ser exactos.

Sus 81 victorias dentro del profesionalismo dejaron marca en el boxeo internacional. ESPN lo situó en el lugar 32 de su lista con los 100 mejores boxeadores de la historia. Por su parte, la extinta promotora de boxeo de HBO lo catalogó como el mejor peso wélter de la historia “desde Sugar Ray Robinson”.

Aquejado por los años de pelea y por el Alzheimer, Mantequilla dejó este mundo el 16 de agosto del 2019 a los 78 años de edad.

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