Ciudad Juárez.– Lo que comenzó como un reporte ciudadano por olores fétidos terminó en un hallazgo que ha estremecido a la ciudad: 387 cuerpos amontonados en condiciones insalubres dentro de un crematorio ubicado en la colonia Granjas Polo Gamboa, entre las calles Chihuahua y Querétaro.
El primer aviso llegó el jueves 26 de junio a las 7:00 de la tarde. Un ciudadano llamó al 911 para reportar que al pasar por la zona percibió un olor insoportable y, al asomarse al terreno, observó un cuerpo aparentemente sin vida dentro de un vehículo. Policías municipales llegaron al lugar, un terreno con barda y barandal gris, y descubrieron dos cuerpos sobre una carroza funeraria, cubiertos parcialmente con muebles. Al inspeccionar el inmueble, hallaron habitaciones con decenas de cadáveres apilados.
Desde entonces han transcurrido cuatro días. La zona permanece acordonada y bajo resguardo de peritos forenses, la Fiscalía General del Estado, la Agencia Estatal de Investigación, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris) y otras autoridades.
En el sitio fue colocada una caja de tráiler con sistema de refrigeración justo en la entrada del establecimiento, utilizada para resguardar los cadáveres que han sido extraídos. En el patio fue instalado un túnel improvisado, formado con carpas, con el fin de evitar que se tomen imágenes aéreas durante las maniobras. Algunos peritos trabajan vestidos con trajes blancos, y se observó cómo dos cajas —de las cuales se desconoce el contenido— fueron subidas a un vehículo de un agente investigador. También ingresaron al inmueble al menos dos carruchas.
Durante un recorrido por la zona, es evidente el olor a muerte. El aire se mezcla con los hedores provenientes de una marranera ubicada justo enfrente del inmueble, agravando la situación para los vecinos.
En redes sociales circulan imágenes del sitio: cuerpos expuestos, suelos manchados y condiciones deplorables. La comunidad exige respuestas. Varios vecinos afirman haber denunciado por años los malos olores provenientes del crematorio, especialmente cuando operaba de forma continua. “Quemaban cuando les daba la gana”, contó Irma, de 71 años, quien lleva más de tres décadas viviendo frente al lugar. Según relata, el crematorio comenzó a operar poco más de once años atrás. “Tuvimos que cambiar nuestro aire por un minisplit porque se metía el olor a cabello y carne quemados. Esta semana ya no quemaron, pero la pasada fue todo el día”.
La misma vecina y su esposo denunciaron haber sido amenazados por un hombre armado, quien se identificó como trabajador de la Fiscalía. Según dijeron, era el mismo sujeto al que conocían como “el quema cuerpos”, un hombre alto y robusto que fue sorprendido brincando un cuerpo por la parte trasera del predio. Pensaron que intentaba robar, y tras un altercado, regresó a amenazarlos.
En rueda de prensa ofrecida el viernes, el fiscal Carlos Manuel Salas señaló que los cuerpos estaban embalsamados, que habían recibido servicios funerarios conforme a la norma y que el sitio contaba con todos los permisos vigentes. Afirmó que no se trató de un crematorio clandestino, sino de una acumulación excesiva por falta de capacidad en el horno.
“El horno tiene capacidad limitada, y aunque está autorizado, los cuerpos fueron almacenados en habitaciones sin refrigeración, lo cual no cumple con la normatividad”, dijo. Señaló que en el sitio operaban legalmente y que en el año suman 2 mil 160 autorizaciones de cremación por muerte natural. La unidad de Servicios Periciales, Homicidios, Científico Forense, la SSPM y Coespris participaron en el operativo.
Luis Carlos Tarín Villamar, director de Coespris, confirmó que el establecimiento tenía permiso desde 2016 y que había sido sancionado en 2020. La última inspección se realizó en febrero de este año. “Si hay irregularidades graves, el permiso podría revocarse”, dijo. Añadió que trabajan para dar trato digno a los cuerpos y tranquilidad a las familias.
Javier Sánchez, director de Servicios Periciales, explicó que debido al embalsamado los cuerpos se conservan bien y que la mayoría parecen recientes. En la conferencia del viernes se habló de 60 cuerpos, pero en el sitio extraoficialmente se ha mencionado que habría 387.
Este caso ha generado una profunda incertidumbre en Ciudad Juárez. Muchas familias ahora se preguntan si realmente recibieron los restos de sus seres queridos. Testimonios como el de Rigoberto Arriaga y su esposa apuntan a una funeraria llamada Milagros, donde aseguran haber recibido una cantidad mínima de cenizas tras una cremación dudosa, lo que los hace temer que el cuerpo de su familiar nunca fue incinerado, sino que podría estar entre los encontrados ahora.
“Tenemos miedo de que ella esté allí. Lo que nos entregaron no fue suficiente, y este lugar ya había sido clausurado antes. Nunca estuvimos seguros”, relató la pareja, que analiza interponer una denuncia.
La Fiscalía del Estado ha indicado que será Coespris quien brinde la información oficial, pero hasta el momento no se ha revelado el número exacto de cuerpos ni su identidad. Lo cierto es que, a cuatro días del hallazgo, las dudas crecen entre los juarenses, así como la exigencia de respuestas claras y justicia para los fallecidos y sus familias.