Ciudad Juárez.– En albergues y espacios de renta, madres de familia que se encuentran en contexto de movilidad junto con sus hijos, que tenían o esperaban una cita a través de la aplicación CBP One, se enfrentan al reto de estar varadas en Juárez y no poder conseguir un empleo, pues no hay quien cuide a sus hijos.
El 20 de enero, tras la toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos (EU), el rostro de una mujer sumida en llanto al percatarse de que su cita fue cancelada cuando se encontraba en espera de ingresar al puente internacional Paso del Norte el esta frontera le dio la vuelta al mundo.
Se trata de Margelis Tinoco, una mujer originaria de Colombia, pero que salió de su país desde hace cinco años debido a las condiciones de violencia y vivió en Venezuela con su familia, donde también los hechos de violencia la hicieron abandonar los lugares y viajar a EU en busca de asilo.
Han pasado 20 días desde que se quedó a unos metros de ingresar a su destino, pues contaba con su cita programada a la 1:00 de la tarde y dos horas antes fue cancelada al eliminarse la app de CBP. Actualmente se encuentra en Juárez y busca un empleo, pero representa un reto porque no puede dejar a su hijo en el albergue para salir a trabajar.

“Me han salido vacantes, pero no he podido (trabajar) porque en albergue ando con el hijo mío, el niño mío tiene 13 años, aquí en el albergue no lo puedo dejar y en las vacantes que me han salido tampoco lo puedo llevar, entonces por eso no he trabajado”, explicó.
Optimista de que lo mejor está por venir, Margelis compartió que durante su vida ha trabajado en distintas áreas y sabe hacer distintas cosas, por lo que mientras le permitan que su hijo la acompañe, puede ir al empleo donde le ofrezcan trabajo.
“Estoy disponible para trabajar, yo sé de todo un poquito, yo sé de limpieza, de campo, de cocina; de todo un poquito”, compartió.
Pese a las terribles dificultades que ha atravesado desde antes de salir de su país y durante la travesía por la selva del Darién, el tren y los caminos en México, la meta está puesta en continuar adelante por brindarle un mejor futuro a su hijo.
A los micrófonos de Netnoticias, Margelis explicó que no volvería a su país de origen, pues ella y su familia han sufrido mucho por las violencias; mientras que tampoco es una opción quedarse en México, pues espera que exista otro proceso para que su solicitud de asilo sea admitida en EU, o bien, en Canadá.
“Mi deseo es tener un trabajo, darle una vivienda digna a mi hijo y estar tranquila de todo lo que yo he vivido; le pediría a cualquiera de los países, sea Estados Unidos o Canadá si me pueden abrir las puertas de ese país para yo llegar a sentirme segura”, compartió.
Su principal motivación para trabajar es tener ingresos para comprar alimentos no perecederos o enlatados para que su hijo pueda comer debido a que hay alimentos como la avena y el frijol que le hacen daño, pero son lo que más se sirve en el albergue, por lo que le ha resultado complejo poder alimentarse en los últimos días.
En el mismo albergue en el que se encuentra la señora Tinoco también hay otras mujeres y al rededor de 10 familias entre las que se encuentran madres de familia con niños pequeños, que tampoco se han podido incorporar a empleos locales por la misma circunstancia de no tener quien los cuide.
“Gracias a Dios estoy bien, pero me da miedo salir, yo lloraba mucho porque me daba miedo salir, no podía platicar. Pero ahorita me ocupo con los niños, uno cree que no, pero también se estresan, ellos son los que más sufren”, compartió la señora Roxana Girón, migrante connacional de Chiapas y quien se ha sumado al equipo de trabajo del albergue El Buen Samaritano de la Iglesia Metodista de México A.R.
El pastor Juan Fierro, director de dicho espacio de atención humanitaria, informó que ocasionalmente se comunican al albergue para informar vacantes o pedir trabajadores, ofreciendo empleos, principalmente en áreas de albañilería, guardias de seguridad y veladores.

En caso de tener una empresa o proyecto en el que se pueda ofrecer empleo a personas migrantes, el pastor puso a disposición la línea telefónica de albergue, 656 345 2692, para canalizar a los usuarios que cumplan con el perfil.