
Ciudad Juárez.- Cada primer miércoles de mayo se conmemora el Día Nacional de la Salud Materna, establecido por decreto en el Diario Oficial de la Federación el 12 de septiembre de 2019. Este día busca visibilizar los diversos trastornos mentales que pueden afectar a las madres, como la depresión posparto, ansiedad, psicosis posparto y trastornos por estrés postraumático.
El embarazo, el parto, el puerperio y la crianza durante los primeros meses de vida de un bebé son experiencias físicas, hormonales y emocionales muy complejas que pueden poner a prueba el equilibrio psicológico de cualquier mujer.
La psicóloga Rocío García, responsable del área de Salud Mental en la Unidad de Especialidades Médicas para la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama (Uneme-Dedicam), informó que en Ciudad Juárez la depresión posparto está en aumento, aunque sigue estigmatizada e invisibilizada.
Señaló que muchas madres trabajadoras enfrentan un proceso complicado al retomar sus actividades laborales, lo que las lleva a normalizar los síntomas de la depresión posparto. Explicó que los sentimientos de tristeza o melancolía suelen crecer de forma paulatina, ya que el impacto del parto, los cambios físicos y hormonales, el estrés y la rutina pueden resultar abrumadores para algunas mujeres.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión posparto?
Las señales de alerta incluyen descuidar la higiene personal, dejar de salir, cambios en el sueño o la alimentación, e incluso romper el vínculo con el bebé, perdiendo interés en cuidarlo, alimentarlo o mostrando comportamientos como desesperación.
La especialista comentó que los síntomas de la depresión posparto varían en cada mujer, pero pueden incluir:
Sentimientos de tristeza o bajo estado de ánimo
- Cansancio o pérdida de energía
- Dificultad para concentrarse o falta de atención
- Baja autoestima y falta de confianza en sí misma
- Alteraciones del sueño, incluso cuando el bebé duerme
- Cambios en el apetito, como comer más o menos de lo habitual
- Incapacidad para disfrutar de actividades que antes resultaban placenteras
- En algunos casos, una mujer puede sentirse desconectada de su bebé o su pareja, e incluso tener pensamientos intrusivos de hacerse daño a sí misma o al bebé.
García recomendó buscar ayuda a través de la red de apoyo (pareja, familia, amigos), recibir atención psicológica y participar en grupos de apoyo emocional para evitar que los síntomas se agraven. Instó a las mujeres a escuchar e identificar sus emociones, perder el miedo a pedir ayuda y, en caso de no contar con una red de apoyo, buscar ayuda profesional. A veces, descansar o permitirse un momento de cuidado personal sin culpas puede marcar la diferencia.
Factores de la depresión posparto
La profesional de la salud señaló que no existe un criterio específico, ya que depende del manejo adecuado de las emociones y de las condiciones previas al parto. Entre los factores que pueden desencadenar la depresión posparto están:
- Problemas previos de salud mental
- Causas biológicas
- Falta de apoyo
- Experiencias difíciles durante la infancia
- Antecedentes de abuso
- Baja autoestima
- Condiciones de vida estresantes
- Acontecimientos importantes en la vida
- Antecedentes de afecciones en la salud mental
Tzibiah Chávez Flores, psicoterapeuta clínica y especialista en salud mental perinatal, explicó que en Ciudad Juárez las mujeres presentan principalmente trastornos de ansiedad y depresión posparto, a menudo relacionados con antecedentes de problemas de salud mental, como el trastorno bipolar, que puede o no haber sido diagnosticado antes o durante el embarazo.
Chávez destacó que se debe considerar el entorno y los factores relacionados con la concepción, como si el embarazo fue planeado, si existe un entorno estable, los cambios físicos y emocionales, así como la presencia de una depresión previa, duelos, pérdida de empleo o una separación.
Indicó que en México hay poca información estadística para medir o rastrear los indicadores de depresión posparto, ya que el embarazo está muy romantizado y estigmatizado por la sociedad. Esto presiona a las mujeres a reprimir sus emociones, pues se espera que no se sientan tristes durante el período prenatal o posparto.
“El embarazo está muy romantizado y estigmatizado. Se piensa que una mujer no puede estar deprimida después del parto porque se supone que está viviendo lo mejor que le podría pasar, que es tener un bebé. Esto hace que muchas mujeres callen su depresión, porque no se espera que se sientan tristes o no preparadas para cuidar a su bebé”, declaró la especialista.
Señaló que algunas mujeres en consulta expresan deseos de “correr”, desesperación o culpa por sus emociones, ya que se espera que, por instinto, sepan qué hacer con su bebé. Esto lleva a normalizar y enmascarar los síntomas.
Chávez subrayó la importancia de que los sectores de salud público y privado implementen consultas estandarizadas, ya que la salud mental de las mujeres desde el embarazo es fundamental para la crianza de hijos que se conviertan en adultos funcionales.
Recomendó el acompañamiento desde el primer día, hablar con alguien de confianza (amigo o familiar) que valide los sentimientos y buscar ayuda especializada. Identificar los signos y síntomas a tiempo permite recibir la ayuda adecuada.
¿Dónde pueden recibir ayuda?
Las mujeres que enfrentan depresión durante o después del embarazo pueden solicitar ayuda profesional en el Hospital de la Mujer, los Centros de Salud o Centros Comunitarios, donde equipos de psicología ofrecen orientación y atención especializada.
Si desea recibir ayuda, puede acudir al consultorio de la psicoterapeuta clínica Tzibiah Chávez, ubicado en avenida Francisco Villarreal Torres #11493, Col. Partido Senecú, o comunicarse al teléfono (656) 309-56-30.
Asimismo, para ayuda médica profesional, se puede contactar a la Línea de la Vida al 800-911-20-00.