Ciudad Juárez.– Las chinches son diminutos insectos que se alimentan de sangre de seres vivos de sangre caliente, especialmente de los humanos. Aunque, a diferencia de la garrapata, su picadura no transmite enfermedades, combatirlas implica ciertas complejidades que muchas personas desconocen.

Gustavo Corral, empresario especializado en el control de plagas e integrante de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), explicó que, aunque han disminuido los reportes y solicitudes de servicio para el control de esta plaga, las chinches siguen presentes en los hogares, al igual que las garrapatas, cuyo ciclo reproductivo oscila entre los 30 y 60 días.

No se descarta que durante el verano aumenten las quejas por su presencia, ya que mucha gente asocia la aparición de estos insectos con el cambio de clima, aunque en realidad las chinches se adaptan con facilidad a las condiciones del hogar.

“Regularmente las encontramos donde el ser humano pasa mayor tiempo de manera estática e inconsciente: la cama. Durante las seis u ocho horas que una persona duerme, la chinche aprovecha ese periodo de baja alerta del cuerpo para inocular un tipo de anestésico y succionar sangre. Muchas veces, por el estado de letargo, ni siquiera sentimos la picadura. Después, el insecto se esconde para reproducirse”, explicó el especialista.

Las chinches suelen detectarse en las bases de camas, especialmente si son de madera y tienen hendiduras donde pueden ocultarse. También se encuentran en cabeceras, burós, costuras de colchones, fundas de almohadas y cualquier mueble cercano a la cama.

¿Cómo llegan a un hogar?

Según el experto, una de las formas más comunes de introducción de chinches al hogar es a través de los viajes. Muchas personas viajan con su almohada, un peluche o ropa de cama. Si esos artículos entran en contacto con chinches en hoteles o habitaciones infestadas, los insectos pueden esconderse en ellos y trasladarse al nuevo hogar.

“No coloquen las maletas sobre la cama. Es preferible poner el equipaje sobre una mesa. Además, al volver de viaje, es recomendable revisar la cama durante las primeras semanas”, sugirió Corral.

Otra vía de ingreso puede ser mediante personas que visitan la vivienda. Incluso se han reportado casos en Estados Unidos donde las chinches se detectaron en tiendas de ropa, después de que alguien se probara una prenda infestada. Aunque es raro, puede ocurrir.

¿Se pueden eliminar?

Aunque esta plaga está rodeada de un estigma relacionado con la suciedad y la dificultad para erradicarla, el especialista aseguró que sí es posible eliminarla, siempre que se sigan los pasos correctos.

“Lo primero es identificar el origen de la infestación. Si no se elimina la fuente, la plaga seguirá llegando. Luego se debe aplicar un tratamiento químico —preferentemente con calor— en cabeceras, bases de cama, burós, sillones y sofás cama. También se recomienda lavar la ropa de cama con agua caliente y secarla a máquina. Incluso se puede sacar el colchón al sol por unas horas para deshidratar la plaga”, explicó.

Además, se sugiere realizar de dos a tres tratamientos con intervalos de 10 a 15 días, ya que algunos huevecillos pueden sobrevivir al primer contacto con el químico. Este proceso forma parte del tratamiento regular.

Corral advirtió que el control debe ser realizado por personal capacitado, ya que es común contratar servicios que, pese a aplicar insecticidas, no resuelven el problema por desconocimiento del comportamiento del insecto.

“El éxito del tratamiento depende de seguir todas las recomendaciones. Hay personas que no completan el tercer o cuarto servicio, y eso lo aprovechan las chinches para reproducirse nuevamente”, concluyó.

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