Cereso 3 en Ciudad Juárez: Las nuevas reglas
Foto: Jorge Romero

Ciudad Juárez.– El Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) Número 3 de Ciudad Juárez era un ente ingobernable. Lo fue al punto de ser el epicentro de un motín que terminó en fuga durante las primeras horas de 2023. A dos años de haber pasado de manos de la Fiscalía General del Estado (FGE) a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) los cambios se enfocan en erradicar la corrupción para encaminar los resultados a la rehabilitación.

Actualmente, bajo la supervisión de los agentes estatales existen “nuevas reglas” para los internos.

Crear espacios

De acuerdo con datos proporciona dos por la SSPE, en dos años y medio de administración se han creado cerca de mil 200 espacios para abatir el hacinamiento.

“Vimos un penal donde había favoritismo para los grupos criminales. Había celdas que verdaderamente no eran celdas, eran cuartos. Teníamos restaurantes que no debían de haber estado permitidos en las instalaciones”, comparte Elmer Soto, director Operativo del Sistema Penitencia rio del estado.

Durante las primeras labores de intervención se tuvo que enfrentar los intentos de reos y de guardias para encubrir los excesos.

“Cuando entramos vimos una imagen y al día siguiente vimos una completamente diferente. Trabajaron durante 24 horas a marchas forzadas para intentar tapar y destruir todo lo que hicieron. Desaparecieron muchas cosas. Cosas que hemos ido recuperando y, sobre todo, recuperamos los espacios que estaban en manos de los criminales”.

La SSPE nos abrió las puertas del penal a NET para mostrar los trabajos realizados, se pudieron observar espacios como el módulo 19, área que anteriormente estaba destinada a los reclusos en aislamiento y que ahora, en apego a los derechos humanos, cumple funciones de re organización, dándole lugar a las personas recién ingresadas o en es pera de reubicación.

Fuera de las celdas se levantaron bardas con alambre de púas. Durante las obras se descubrieron puertas secretas, que, según los encargados, eran mayormente usadas por sexoservidoras.

La limpieza es evidente y el orden. Se hizo un recorrido en el módulo 4, estancia recuperada y el primer sector intervenido por las autoridades estatales. Fue en ese lugar donde la Guardia Nacional incautó, tiempo atrás, un poco más de un millón 700 mil pesos.

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Se hizo un recorrido en el módulo 4, estancia recuperada y el primer sector intervenido por las autoridades estatales. Fue en ese lugar donde la Guardia Nacional incautó, tiempo atrás, un poco más de un millón 700 mil pesos | Foto: Jorge Romero

La celda VIP de ‘El Neto’

Ernesto Piñón de la Cruz, alias “El Neto” tenía control total del cuarto módulo del penal. Él ocupaba cuatro celdas, dos arriba y dos abajo. El espacio era de 64 metros cuadra dos, tenía un jacuzzi y un estudio de tatuajes. La considerada como “Celda VIP”, ahora está desmantela da. En su lugar hay cuatro cubículos regulares. También desaparecieron las recámaras destinadas para el uso exclusivo de sus custodios.

“No hemos podido librarnos de la sobrepoblación, pero si del hacinamiento. Había celdas donde teníamos hasta 18 o hasta 20 personas”, menciona en entrevista el di rector de Coordinación de Seguridad y Custodios Juan Manuel Díaz.

“Cuando llegamos pusimos re glas nuevas. No tuvimos resistencia, creo que los internos entendieron la gravedad del asunto en el que se metieron después de la primera intervención que hicimos el primero de enero”, dice el director operativo.

‘Mandamos nosotros’

En el penal trabajan 65 custodios. Díaz comenta:

“Se han restablecido cosas, esto que hacemos para ingresar a cada módulo, que abrimos las compuertas, eso no lo podíamos hacer, ellos eran los que abrían y cerraban. Desde ahí empieza el control, desde ahí se nota que mandamos nosotros, no ellos”.

El módulo laboral cuenta con dos pisos, le sirve de lugar de des canso a todos los privados de su libertad que realizan labores dentro de la penitenciaría: desde quienes se ocupan de los trabajos de intendencia, hasta quienes trabajan en la cocina o desarrollan su oficio en la construcción. Los reclusos que salen a trabajar, usan el espacio única mente para descansar y dormir; no hay tiempo para más.

“Personalmente creo que hemos cambiado la imagen y los conceptos que se tenían del Cereso. Hoy hay orden […] real mente queremos conseguir que los internos puedan salir de aquí para reintegrarse a la sociedad, para ser personas de bien”, concluye el director operativo.
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