Cecy Leyva, la voz ranchera en Juárez
Foto: Net Noticias | Fotografía: Ivonne Vidaña

Ciudad Juárez.– Cecy Leyva está próxima a presentar su primer libro, en él nos habla de su pasión de vida: la música ranchera.

“El periodista y escritor Emilio Gutiérrez de Alba me dijo: ‘¡Usted tiene que escribir un libro! Si canta ranchero ¡pues escriba sobre ello! ¡yo le ayudo!’, pasaron dos años de eso y yo no empezaba a hacerlo. Un día me hice el ánimo, volví a hablar con Emilio y le pregunté ¿cómo le hago? Su respuesta fue concreta: ‘Todo se le irá dando, hable de usted’. Así que me puse a recordar cuando era niña, las radiodifusoras que escuchaba: por las mañanas programaban polkas, en las tardes, a los clásicos: Pedro Infante, José Alfredo Jiménez, Javier Solís y Lola Beltrán, entre otros. Recordé a mi mamá, escuchando esa música cuando estaba en sus días de descanso y comencé escribiendo sobre ello…”.

Pero llegar hasta aquí, conlleva una historia personal de esfuerzo y amor por la música, que Cecilia transitó poco a poco, sin saber que esta la llevaría a donde, hoy por hoy, se siente plena y realizada.

“A los 15 años empecé a estudiar Arte Dramático en el Teatro de la Ciudad con Raúl Lerma. Lerma en ese entonces hacía sus pininos como pianista, es un alma vieja, le gustaban las canciones de Agustín Lara, de Gonzalo Curiel y Manzanero. Un día me llama y dice: ‘¡Vamos a cantar!’. A mí me daba miedo al escenario, aunque me parecía fantástico estar ahí. La oportunidad se presentó en una festividad de la Casa de la Asegurada, yo tenía nociones de canto porque había estado en un coro durante una temporada en que, por problemas económicos familiares, me mandaron a vivir a Los Ángeles, California. en ese tiempo me pusieron a estudiar violín, pero en el salón de al lado ensayaba un coro de personas de color y un día que me regañaron por algo que hice mal, aproveché para dejar el instrumento y cambiarme al coro”.

Vivir para cantar

“Así que me armé de valor y acepté, ¿qué canto?, pregunté, la respuesta: una pieza de Manzanero, una de Agustín Lara y otra de la autoría del propio Lerma”, tras esa presentación, la vida de Cecilia cambió, comprendió que cantar era lo que deseaba hacer, aunque pasarían muchos años para que eso se convirtiera en realidad.

“Estudié en El Paso, Texas, y siempre buscaba participar en todas las obras que se montaban en la escuela, pero mi mamá no me apoyaba. Ella era enfermera, una mujer muy estricta, siempre me imponía muchos requisitos para dejarme ir a tomar mis clases al teatro y pese a que los cubría con mucho esfuerzo, regresan do siempre enfrentaba sus regaños”.

“Ante esa situación, en cuanto pude me fui a vivir con mi hermana, estando con ella estudié comercio y pensando en que podría vivir una existencia más relajada, sin la presión de mi mamá, me casé a los 18 años, era demasiado joven. Me enamoré, sí, pero mis problemas solo cambiaron de protagonista, ahora las exigencias eran de mi esposo. Eso no era lo que yo quería vivir, así que esperé a que mis hijos crecieran para divorciarme”.

Tras su divorcio empezó a trabajar en la maquila como traductora, recepcionista y en control de calidad. También estudió, a escondidas de su entonces esposo, computación y cultura de belleza. Y la vida le da ría la opción de ser lo que en verdad deseaba: cantante.

Ya divorciada, comenzó a asistir junto con amistades a practicar karaoke, el esposo de una de sus amigas, que era charro, la invitó un día a cantar a una kermés.

Poco a poco

“Empecé cantando cumbias, a cada evento que se presentaba, yo iba. Un día me quedé pensando, en verdad lo que yo quiero es ponerme un traje de charra y cantar ranchero. Admiraba mucho a Lucha Villa, ¡me encantaba! Así que se lo comenté a Tony Vaquera, que es un reconocido cantante de ranchero en Ciudad Juárez y me animó a hacerlo, ahí fue donde comencé a interpretar esta música que tanto amo. Al principio cantaba solo a beneficio, ya mucho después me empezaron a pagar”.

“Pasaron 13 años desde ese entonces cuando decidí que era tiempo de hacerlo profesionalmente, así que comencé a tomar clases de canto. Tiempo después de esa decisión, mi profesor falleció y me quedé temblando, sin saber que hacer. Fui a investigar al Centro Universitario de las Artes, (CUDA) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, (UACJ) y me inscribí con el profesor Jesús Corona, un tenor que me ponía ejercicios de vocalización, dicción, solfeo y cuadratura. Se volvió difícil para mí, pero aprendí mucho.

“Llevaba ya dos semestres estudiando, pero sentía que necesitaba un maestro de música ranchera, fue cuando encontré a Francisco Lara, en el Tec de Monterrey. Le pagaba clases a domicilio, pulió mucho mi técnica. Cada vez subía las exigencias y mi voz se volvió otra, con él es tuve trabajando cuatro años.

La cantante

“Ya con esa preparación, empecé a tener presentaciones en teatros, hoteles y fiestas particulares. Asistía a cantar a la Asociación Protectora de Niños con Cáncer (Aprocancer), a escuelas, Centros Comunitarios, hasta en el Ateneo Fronterizo. Me convertí en Cecy Leyva, La Voz Ranchera. Hacía mucha labor altruista, buscaba ser reconocida, ser escuchada”. En 2017 Cecilia fue nominada como Mujer del Año por su labor altruista.

“Desde hace 10, quizá 11 años, tengo una estética. De ahí genero mi sustento. Combino ambos mundos, a veces, he llegado a trabajar vestida en traje de charra”.

“En una ocasión conocí a Carlos 'El Capi' Noriega, es músico y trabaja en Radionet, me contactó con el programa de Joaquín García Valle, ‘Sábados de Bohemia’ y pedí la posibilidad de asistir y desde entonces tengo el honor de ser invitada recurrente”.

“Me compré un equipo de sonido y micrófonos, como lo que ya era: una cantante profesional. Los contratos empezaron a llegar. El programa de radio me dio la posibilidad de generar contactos del mundo artístico y comencé a reunirme con escultores, pintores y literatos, así es como me invitan a participar en la Sociedad de Escritores y desde el 2021 participo con ellos, cantando, en el Maratón de las Letras de un canal de TV local”.

“En 2019 grabé un disco de covers que se llamó ‘Mi Esencia’. En mi calidad de cantante me siento embajadora de la música regional y quiero seguir honrándola, porque pasa por tiempos difíciles, hay pocos espacios para presentarse, los nuevos géneros han invadido los lugares y nuestra música es patrimonio cultural, los exponentes debemos luchar por mantenerla vigente, por mantener vivos a los grandes”.

A escribir

“Quiero seguir participando de la música y la escritura, a donde quiera que voy llevo este sentimiento de amor a la música ranchera mexicana, en El Paso disfrutan mucho de ella y el vestuario, amo esa sensación y orgullo”.

El año pasado, Rodrigo de la Cadena invitó a Cecy Leyva a cantar en su lugar en la Ciudad de México y logró un lleno total en sus dos presentaciones y ella produce espectáculos musicales que presenta en fechas especiales en espacios locales.

Sea esta una invitación a revalorar nuestra música, a sus intérpretes y sus vestuarios, una invitación a mantener vivas las voces y las canciones que nos han dado identidad. Una invitación a conocer el trabajo de la querida Cecy Leyva, la Voz Ranchera de Juárez.

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