Ciudad Juárez- Dentro de una fronteriza Ciudad Juárez siempre caracterizada por estar dentro de la excelencia en el taekwondo, existe un peleador que por encima de todos se ha ganado el mote de “hijo pródigo” de la disciplina en estas tierras después de 22 años de carrera: Carlos Navarro.
En la nacido y crecido en la localidad puede presumir de 22 años en los tatamis, 14 de ellos como seleccionado nacional. Asimismo, puede presumir de ser el único juarense en ocupar el lugar número uno del ranking mundial del mencionado arte marcial.
Para ello, de acuerdo con el propio atleta, han existido infinidad de sacrificios, el primero de ellos dejar su casa con tan solo 13 años de edad:
“Yo me fui de mi casa a los 13 años, me fui para perseguir mi sueño, y sí, fue algo sumamente duro. Te sientes solo porque no tienes a tu familia y pues a los 13 años sigues siendo un niño. Yo recuerdo sentirme solo y me metía a un closet enorme que tenían en la Conade allá en México para llorar, sin decirle a nadie para no preocupar a mis papás ni a mis compañeros”, cuenta el artemarcialista.
Tres veces mundialista, Olímpico en Río 2016, oro en el Campeonato Centroamericano de Taekwondo y también oro en los Juegos Centroamericanos de El Salvador.
“Después de los Juegos Olímpicos me consagro como número uno del mundo y en estos últimos dos años la experiencia ha contado muchísimo. Pero todo eso te lo dan los años. Llegué muy joven a los Juegos Olímpicos, pero creo que llegué en el mejor momento de mi carrera”
Pese a alejarse de su casa y de su seno familiar, quien fuera en su momento el mejor peleador de todo el globo terráqueo no oculta el hecho de que lo de dominar en el tapete siempre lo trajo en la mente desde niño, desde aquella presea de oro en el Mundial Juvenil de Taekwondo de Tijuana.
“Para mí lo más importante fue tener esa base inicial, que es una base que me dieron mis papás y mi entrenador. Mis papás buscaron las oportunidades para que yo sobresaliera. Lo demás fue saber aguantar, aguantar todos esos momentos difíciles; porque hay momentos donde ganas y te sientes muy bien, pero cuando no ganas es cuando verdaderamente te empiezas a cuestionar todo y te quieres rendir, dudas de ti mismo y de tus capacidades”
A pesar de no estar del todo presente en las tierras de Juan Gabriel, el todavía vigente dentro del deporte, habiendo ganado otra medalla de mundial apenas hace dos semanas en Bakú Azerbaiyán deja claro su mensaje para las siguientes generaciones del combate de los petos:
“Claro que se tiene que tener un sueño, tú tienes que estar convencido de que verdaderamente quieres ser el mejor. Pero, lo que no se vale es decir que uno es el mejor, pero no entrenar. No, tiene que venir todo el paquete completo. Yo recuerdo mi primera medalla, mi primera medalla me la dieron por perder, así es esto, a veces ganas, a veces no te va tan bien. Pero lo importante es poder seguir luchando y seguir buscando tu sueño”, remata Navarro
