Caen juarenses en el juego compulsivo
Foto: Pixabay

Ciudad Juarez.- En los últimos años, la adicción a las apuestas y a los juegos de azar (ludopatía) se ha incrementado a lo largo y ancho del estado de Chihuahua, Ciudad Juárez no ha sido la excepción a la regla. El padecimiento, por simple que pueda parecer, es un trastorno psicológico que se estima afecta a miles de fronterizos.

De acuerdo con la última encuesta realizada por Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, en la entidad hay por lo menos 8 mil personas declaradas adictas a las apuestas en sus diferentes modalidades. De estas, 6 mil son de Ciudad Juárez. Si bien la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones (Ceadic) señaló no tener el cálculo exacto de los casos, sí estiman que la cifra haya aumentado por los menos mil personas más.

En una encuesta realizada por Netnoticias dentro de diversos centros comerciales, 16 de 20 personas a quienes les preguntamos lograron identificar por lo menos seis casinos de la localidad. No obstante, en herramientas de localización como Google Maps se contabilizan hasta 19 establecimientos de este tipo.

Según los profesionales de la salud, la ludopatía imposibilita la vida normal de quienes lo padecen. Al igual que cualquier otra droga, genera dependencia y de hacer falta, también provoca abstinencia.

Un impulso

La psicología califica esta conducta como un impulso en el que los jugadores no tienen control alguno sobre sus acciones ni las consecuencias de las mismas. De igual manera, suelen ver sus victorias en las apuestas como un reforzamiento de su propia suerte, cosa que contribuye al mismo trastorno.

“La persona no tiene un control sobre este impulso, no hay un límite. Lo único que buscan quienes sufren ludopatía es satisfacer su necesidad de apostar. Existe una compulsión por que sienten que tiene que llevar a cabo esta acción muchas veces para satisfacer su necesidad y nunca se logra, nunca están satisfechos”, explica la psicóloga Jenifer Escobedo.

Del mismo modo que el uso de drogas como el alcohol o las sustancias ilegales, el apostar genera en el cerebro diferentes neurotransmisores como la dopamina y la serotonina junto con la adrenalina. En muchos casos, justo como el cristal o la marihuana, los juegos de azar se consumen como un “escape” de los problemas de la vida diaria.

“Al final es como cualquier droga, afecta los neurotrasmisores del cerebro y genera activiad en todos los neurotrasmisores. Como el alcohol y las demás sustancias, hay gente que empieza a apostar como un escape de su propia realidad, la buscan evadir por que se siente abrumados. Mientras más se apuesta, más químicos se liberan y eso obviamente genera dependencia”, dice Escobedo.

A pesar de que los casinos convencionales son visitados mayormente por personas de mediana o avanzada edad, existe otro mercado que hoy en día atrapa la atención de lo jóvenes y los expone al juego compulsivo recién cumplida la mayoría de edad: las apuestas deportivas.

En el futbol, en el beisbol y en todos lados…

Las apuestas deportivas han existido desde hace siglos, no obstante, se han hecho de un mercado dentro de los propios deportes, sus trasmisiones y hasta los nombres y uniformes de los equipos. Todo esto termina por influenciar las decisiones de los jóvenes que apenas cuentan con la edad requerida para poner su dinero en juego.

“Sí, por su puesto que influye en gran manera las apuestas deportivas y como te las presentan. Las veces que te repiten el comercial en un partido, los colores que usan, son colores muy llamitivos. Influye mucho también que regalan dinero, te dan bonos para apostar y la gente que presentan, suelen poner famosos o deportistas que ya fueron existosos”, añade la psicóloga.

La presión y la invasión de las casas de apuestas en el deporte de México y el mundo es más que evidente volteando a ver a los equipos de la máxima división del futbol nacional.

Grupo Caliente patrocina a 14 de 18 cuadros de la Liga MX y es inclusive dueño de los Xolos de Tijuana. La empresa del caballo rojo es auspiciante del certamen mismo. Quienes no pactaron con la empresa de Tijuana, hicieron lo propio con otros negocios del mismo ramo: Nacaxa (Playdoit), Pachuca (Betcris), Monterrey (Codere) y Bravos (Betcris). El único club que no cuenta con el patrocinio de ningúna apostadora son los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Mauricio, un joven de 24 años en recuperación, sufrió precisamente este mal en carne propia durante los primeros años de su adultez y accedió a contar si historia para Netnoticias:

“Yo empecé a apostar cuando cumplí 18. En cuanto pude poner mi INE para recoger mi dinero en el casino. Al principio me iba bien, estaba a toda madre, ganaba muy bien. El problemas fue cuando yo empecé apsotar a otros deportes, ahí ya no me fue tan bien. Perdía, pero yo creía que perdía porque no sabía de esos deportes, no me di cuenta de que tenía un problema hasta que empecé a perder en el futbol. Yo quería seguir apostando aunque perdiera. Yo decía que me iba a recuperar, a la siguiente y a la siguiente… Y la siguiente nunca llegó. En tres años si perdí como 70 mil pesos si no es que más, en puros partidos nada más”, cuenta el ahora jugador anónimo.

Señales a la vista

A pesar de la complejidad a la que pueden llegar las situaciones de los apostadores compulsivos, según los encargados del cuidado de la mente, idnetificarlo es relativamente sencillo:

“Dan señales muy claras, son personas muy irritables, que sienten una ansiedad evidente si a determinada hora no están en el casino o no están viendo en qué juego apostar, no pueden dormir ni se pueden concentrar en la escuela ni el trabajo y logicamente esto pasa a ser un sintoma de paranoia, inclusive puede convertirse en una conducta delictiva al necesitar dinero para apostar, se buscan medidas ilícitas para conseguir recursos”, subraya Escobedo.

Acorde con la Secretaría de Salud, la ludopatía puede tratarse por medio de grupos de apoyo (externos a la depedencia) o directamente con un psicólogo especializado con terapia conductual, cognitiva o, con la combinación de las dos.

En caso de conocer a alguien que necesite ayuda, puede canalizarlo de manera inmediata llamando a la línea de asistencia del Ceadic en el 800-614-3311 en Ciudad Juárez o al 800-012-7274 en Chihuahua capital.

Publicidad
Enlaces patrocinados