Ciudad Juárez.- El fenómeno de movilidad humana que ha caracterizado a esta ciudad fronteriza desde su fundación, ha llevado en los últimos años a la necesidad de buscar incluir a las poblaciones en contexto de migración internacional a la vida cotidiana, comunitaria y laboral, por lo que se han impulsado estrategias para brindar ayuda humanitaria e independencia económica.

Uno de los proyectos es el del comedor de Catedral, el cual es atendido por la comunidad católica del Ministerio para Migrantes de la Sociedad Misionera de San Columbano, quienes brindan platos de comida caliente a personas en movilidad que se acercan solos o en familia; además cuentan con redes de apoyo para orientar con la apertura de perfiles de solicitud de asilo ante CBP-One, asesoría legal, atención médica, entre otros servicios otorgados por organizaciones internacionales aliadas como:

- Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante (HIAS, por sus siglas en ingles).

- Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

- Servicio Jesuita a Refugiados (JRS, por sus siglas en inglés).

- Médicos por el Mundo.

Cristina Coronado, coordinadora del Ministerio, compartió con Netnoticias que de forma distinta a lo esperado, el flujo de personas bajó, de hasta 800 usuarios que se acercaban diariamente en el primer semestre de este año, a solo 150 personas actualmente; pero eso no refleja un menor tránsito de personas, sino un cambio en el fenómeno de migración y en la forma de relacionarse con la comunidad en la que se encuentran, algunos de ellos en espera de una cita ante la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).

“Mucha gente dice ‘no hay gente, no hay migrantes, no están en los albergues, no están en el río’, pero están en todas partes, en todos los edificios, rentando cuartos, rentando casas. Pero también ya aprendieron a sobrevivir, a no hacerse visibles para evitar que los vayan a deportar, que los vayan a secuestrar, que la policía los agarre, hay mil cosas que ellos aprendieron a hacer para sobrevivir en Juárez”, explicó conforme al monitoreo y los testimonios de las personas que reciben en el comedor.

Pese a que la dinámica del contexto de movilidad es distinta a lo observado en otros momentos al cierre de año, así como el escenario pre y post electoral en Estados Unidos (EU), que se han visto en la ciudad en otros periodos de cambio de gobierno, Coronado compartió una estimación de que hay 4 mil personas fuera de albergues en la ciudad, en su mayoría se encuentran en el área del centro y en las colonias aledañas al río Bravo.

“Desafortunadamente mucha gente sigue llegando con el crimen organizado, sabemos que hay mucha gente cercana a las zonas del muro (fronterizo con EU)”, comentó conforme a los testimonios de las personas que llegan al punto de atención humanitaria.

A su vez, cuentan con un padrón de núcleos familiares, los cuales son beneficiarios del programa de apoyos alimenticios, a través del cual otorgan despensas semanales a quienes llevan tiempo en la ciudad y se han establecido en un sitio para vivir, incluso algunos se emplean en el comercio informal o con trabajos temporales donde les permiten integrarse.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a través de su encuesta de seguimiento a los flujos de población migrante, reveló que en el primer trimestre del 2024 en Ciudad Juárez entre el 55 y el 70 por ciento de los hombres y mujeres en movilidad se encuentran desempleados, pero en busca de un trabajo; solo entre un 10 a 15 por ciento cuentan con un empleo; mientras que el seis por ciento trabajan por cuenta propia.

Las cifras revelan que solo el 20 por ciento cuentan con un contrato por escrito, mientras que el 12 por ciento no cuenta con ninguna prestación en su sitio de trabajo.

Con este panorama, en el mes de noviembre la jefa de misión en México de la OIM, Dana Graber Ladek, visitó la frontera para establecer acuerdos con la iniciativa privada que busquen acercar a la formalidad y a los espacios de trabajo digno a las personas en contexto de movilidad.

El 13 de noviembre signó un acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Juárez para lograr que más personas en situación de movilidad obtengan un empleo en esta ciudad de forma segura y ordenada, con posibilidad de que se regularice su situación migratoria y estancia en México.

Al respecto, Elizabeth Villalobos, presidenta de Canaco, aseguró que el comercio local podría ofrecer a la población en movilidad hasta mil vacantes, debido a que se presenta un déficit de empleados en el sector de comercio formal, servicios y turismo en Ciudad Juárez.

“Como ambos países son miembros-estado de la organización, estamos dispuestos a trabajar de la mano con las dos nuevas administraciones para gestionar una migración segura, ordenada y regular y digna”, dijo Graber Ladek, ante el panorama de los nuevos gobiernos federales de México con Claudia Sheinbaum Pardo y Estados Unidos con Donald Trump.

La intervención de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) suma otras acciones en esta frontera través de la Comunidad de Acompañamiento, Valores, Educación y Salud (AVES) que abrió sus puertas en esta frontera el 15 de noviembre del 2023 en un edificio ubicado en la calle Capulín 7104 de la colonia El Granjero. A un año de operación ha brindado atención a mil 900 personas.

“El centro multipropósito AVES no nada más está presente en Juárez, también estamos en Tijuana, cumplimos un año en Juárez, pero es toda una estrategia que funciona en estas dos comunidades fronterizas, la meta principal es promover la integración de las personas migrantes en las comunidades de acogida”, explicó Iliana Martell, jefa de oficina de OIM en Juárez.

Yessica Esparza, coordinadora logística Comunidad AVES, dio a conocer que los servicios más solicitados se encuentran los de salud física, a través de los cuales han brindado atenciones como la salud reproductiva, en el cual se llevaron consultas y procedimientos de vasectomías en colaboración con aliados locales como la Jurisdicción Sanitaria II.

A través de la Comunidad AVES también se han gestado espacios de capacitación a los que tienen acceso tanto las personas de la comunidad de acogida como las personas en tránsito que permanecen en espera de un cambio en su estatus migratorio. Una de las vinculaciones es con el programa “Jale por el Agua” de la asociación civil Jóvenes Constructores de la Comunidad y con el Icatech para acercar a las personas a la capacitación para el trabajo.

“Este mes se gradúa nuestro primer grupo de personas que formaron parte del curso de plomería, ellos pasaron por tres meses de capacitación en temas de habilidades blandas y habilidades técnicas, van a recibir una certificación por parte de Icatech, les va a permitir a ellos posicionarse de una mejor forma en el ámbito laboral”, describió Esparza, coordinadora logística.

María, de 46 años de edad, es originaria del estado de Guanajuato, durante 25 años vivió junto a su familia en los Estados Unidos, a principios de este año fue expulsada del país y separada de su familia quienes permanecen en territorio estadunidense para esperar la resolución de su estatus migratorio.

En entrevista para Netnoticias compartió que vive con la incertidumbre porque sus hijos de nueve y 11 años de edad han bajado su rendimiento académico debido a que la extrañan y han pasado meses separados; sin embargo, mantiene la convicción de hacer lo posible para estar bien, por lo que se encuentra habitando en un espacio propio luego de haber estado en un sitio de acogida, por lo que ahora se capacitó en temas de plomería para conseguir un empleo.

“Me gustaría empezar a practicar en serio, porque aquí uno aprende lo básico, pero visto una sola vez no es suficiente para ponerlo en práctica”, expresó María, optimista de que se le conceda la oportunidad de tener un empleo en Juárez.

Las historias son distintas y las oportunidades que han recibido también, es el caso de Gianella, una madre de familia de 29 años de edad, quien es originaria de Venezuela y viaja con su pareja, de 24 años, originario de Perú, y su hija Tair, de solo un año y medio de edad; quienes no han salido de los albergues por temor.

Gianella describió que su familia ha sido víctima del crimen organizado en múltiples ocasiones desde su llegada a México, ocurrió cuando estuvieron en Chiapas, luego llegaron a la Ciudad de México y posteriormente consiguió transitar junto a su familia hasta esta frontera. Describió que al llegar intentaron ‘entregarse’ a las autoridades estadunidenses en el muro fronterizo, pero luego de cruzar el alambrado de púas fueron expulsados de EU, momento en el que tuvieron que huir de personas que intentaron secuestrarlos.

“No, por eso nosotros no salimos del albergue, porque no nos sentimos seguros, por las mafias y por la policía. Nosotros estamos en ese lugar, mi esposo consiguió un trabajo en la construcción, y con eso podemos comprar nuestra comida, para mi niña. Ahorita ya no nos vamos a arriesgar, porque ahorita que ella ya está más juiciosa se da cuenta de lo que pasa y no la queremos mover así en el peligro”, compartió a los micrófonos de este medio.

Comentó que ahora esperan obtener una cita a través de la aplicación de CBP-One para ingresar a los Estados Unidos de forma legal, pues no quieren volverse a arriesgar por el río y los peligros que atraviesan a la intemperie sin la certeza de poder ser aceptados para poder conseguir un trabajo que les permita lograr el objetivo de tener una vida digna y segura.

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