La pérdida de un ser querido durante esta pandemia de Covid-19, es una de las experiencias más dolorosas. Para la artesana y experta en manualidades, Eréndira Guerrero Quiñonez, estas tragedias fueron una inspiración para crear un recuerdo especial para los familiares que sufren por las partidas.

Como un homenaje a las personas que fallecen día a día por la enfermedad, Érendira creó un oso con las prendas del ser querido que murió, y de esta forma, ofrecer un recuerdo más cercano y perdurable para sus seres queridos.

La idea fue tan bien aceptada que Eréndira Guerrero llegó a los titulares de medios internacionales y sus creaciones llenan de amor y buenos recuerdos a decenas de familias que vivieron esta lamentable experiencia.

Aunque para Érendira las manualidades han forjado gran parte de su vida, pues le dan la oportunidad de resaltar la belleza del país con expresiones como el bordado, los colores, flores, etc., jamás imaginó que sus creaciones fueran a representar un consuelo emotivo para tantas personas.

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“En una ocasión, no podía cerrar el último botón de la camisita del osito, cuando lo logré y lo entregué, me dijeron que a la persona fallecida, de quien diseñé el muñeco, no le gustaba cerrarse el último botón de su camisa”

La idea surgió después de que uno de sus clientes le pidió hacer un trabajo especial, con la prenda favorita de un familiar fallecido. Ella comenzó trazando, cortando, rellenando y el resultado fue un oso hecho de una camisa. De ahí, todo se popularizó de recomendación en recomendación, hasta llegar a las redes sociales.

Son muchas las anécdotas, dijo Eréndira, a veces entrega un osito entre lágrimas, ya que para las personas que confían en sus creaciones, esto significa honrar sus memorias y el amor para su ser querido en una sola pieza que pueden además abrazar y cuidar con un cariño especial.

Es difícil saber cuál es su trabajo favorito, ya que cada uno cuenta con su historia, tiene aromas, texturas, esencia, sucesos duros e impactantes de contar, que sin solicitarlo sus clientes se lo dejan saber, logrando tener un vínculo directo, y a su vez, una gran responsabilidad.

“Todas y cada una de las historias son duras e impactantes, cuando la persona me está narrando lo que sucedió —yo no se lo preguntó— ellos solos se abren y me platican. Pero definitivamente es ahí donde ves a las personas sin careta, tal cual, en cuanto a mí, me estruja, al igual que a ellos”.

Cada oso tiene una pequeña nota bordada, una frase del ser querido hacia su familiar, logrando un mensaje de amor entre ambos.

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“Cada mensaje es el toque final, son anécdotas que te dejan sin palabras, me han pasado sucesos que no logro entender. Por ejemplo, en una ocasión, no podía cerrar el último botón de la camisita del osito, cuando lo logré y lo entregué, me dijeron que a la persona fallecida, de quien diseñé el muñeco, no le gustaba cerrarse el último botón de su camisa”.

Hay un dolor profundo en el mundo

Por naturaleza, toda la gente busca la manera de poder consolar, abrazar y tratar de aminorar el dolor de los demás, sin embargo, la pandemia llegó a quitar ese soporte, es ahí donde estos osos sirven de consuelo para la familia, compartió Érendira.

“Créanme, para mí es muy difícil guardar la distancia con mis clientes, cuando les entrego no es solo un oso, sino un recuerdo confortable de papá, mamá, abuelo, hermanos o incluso hijos, pero sé que por algo Dios me puso en este camino, por eso me entrego a cada uno de mis trabajos con cariño y amor”, explicó entre lágrimas la artesana. Personas de México, Alemania, Rusia, Estados Unidos, China, Bolivia, Colombia e Islandia se han sumado a la lista de entrega de ositos.

“Hay una gran necesidad de tener a los queridos fallecidos de una u otra manera”.
“Gracias a Dios he tenido mucho trabajo, pero de corazón me gustaría que fueran menos, yo quisiera que todo fuera por un proceso natural, posiblemente una muerte menos agresiva para todos, y que en algún momento dado, este virus se terminara. No me gusta el hecho de tener tantos pedidos, pues seguramente muchos tenían derecho a seguir viviendo”.

Para Érendira, poder contribuir al acercamiento directo entre el ser querido y el luto, es una forma de aliviar el dolor a los demás.“Siento una gran satisfacción al darme cuenta que halagan a mi trabajo y a mí, de alguna forma siento que no pasé por la vida sin pena ni gloria, que mi trabajo habló por mí”, fue el mensaje que la artesana envió con lágrimas a sus clientes.

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