Austin.- Donald Trump intentó el viernes convertir un importante evento festivo de Kamala Harris en un ataque ligado a su tema favorito: la inmigración.
Horas antes de que Harris apareciera con la cantante Beyoncé en Houston, Trump hizo su propia parada en Texas y acusó a la vicepresidenta estadunidense de reunirse con “celebridades progres”, pero no con los familiares de las personas que han sido asesinadas por inmigrantes.
A 11 días de que se realicen las elecciones en Estados Unidos, Trump y Harris se desviaron de sus viajes por los estados más disputados para hacer breves incursiones en Texas, un estado sólidamente republicano. Ninguno de los dos está tratando de competir por este estado, pero lo están utilizando como telón de fondo para transmitir un mensaje sobre los temas que esperan que los votantes tengan en mente a la hora de votar. Para Trump, esto significa la seguridad fronteriza. Para Harris, el derecho al aborto.
“Somos como un contenedor de basura donde el resto del mundo bota a la gente que no quiere”, dijo Trump a sus simpatizantes el viernes en Austin. Trump ha seguido insistiendo en la idea infundada de que los gobiernos extranjeros deliberadamente envían delincuentes a Estados Unidos.
Harris dijo que el comentario es “sólo un ejemplo más de cómo él realmente menosprecia a nuestro país.”
“El presidente de Estados Unidos debería ser alguien que eleve el discurso y hable de sus mejores aspectos, e invierta en lo mejor de nosotros, no alguien como Donald Trump, que está constantemente rebajando y menospreciando al pueblo estadounidense”, dijo Harris a reporteros en Houston.
Durante la campaña, Trump se ha reunido en múltiples ocasiones con familiares de personas que fueron heridas o muertas por personas que vivían en el país sin autorización. El viernes, cedió el micrófono a la madre de Jocelyn Nungaray, una niña texana de 12 años cuyo cadáver fue hallado en junio. La fiscalía ha acusado del asesinato a dos venezolanos que se encuentran en Estados Unidos sin autorización.