
La Haya.– El presidente estadunidense Donald Trump afirmó el miércoles su apoyo a la garantía de defensa mutua de la OTAN un día después de haber inquietado a la alianza de 32 naciones al vacilar sobre su compromiso.
Tras reflexionar que su cumplimiento del Artículo 5 del tratado de la OTAN “depende de su definición”, Trump declaró unas 24 horas después que sí respetaba ese compromiso.
“Por eso estoy aquí”, indicó el miércoles mientras se reunía con Dick Schoof, el primer ministro de Holanda. ”¿Por qué otra cosa estaría aquí?”
Mientras tanto, la alianza implementó el miércoles una de las principales prioridades del presidente republicano: un compromiso de los países miembros de la OTAN de aumentar, a veces significativamente, la cantidad que gastan en su defensa.
“Les he pedido que suban al 5 por ciento durante varios años”, señaló Trump el miércoles mientras se reunía con Mark Rutte, el secretario general de la alianza. “Creo que será una noticia muy importante”.
Los 32 líderes respaldaron una declaración final de la cumbre que dice: “Los aliados se comprometen a invertir el 5 por ciento del PIB anualmente en requisitos de defensa fundamentales, así como en gastos relacionados con la defensa y la seguridad para 2035, con el objetivo de asegurar nuestras obligaciones individuales y colectivas”.
España ya había anunciado oficialmente que no puede cumplir con el objetivo, y otros han expresado reservas, pero el compromiso de inversión incluye una revisión del gasto en 2029 para supervisar el progreso y reevaluar la amenaza de seguridad que representa Rusia.
El aumento en el gasto se produce después de años de quejas de Trump, quien ha dicho que otros países no pagaban su parte justa como miembros de una alianza creada como un baluarte contra las amenazas de la antigua Unión Soviética. La mayoría de los países de la OTAN, con la excepción clave de España, parecían motivados a reforzar sus propias defensas no solo por la invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladímir Putin, sino también, quizás, para apaciguar a Trump.
Cuando era candidato en 2016, el republicano insinuó que, como presidente, no necesariamente respetaría las garantías de defensa mutua de la alianza establecidas en el Artículo 5 del tratado de la OTAN. En marzo de este año, expresó sus dudas de que la OTAN acudiría en defensa de Estados Unidos si fuera necesario, aunque la alianza lo hizo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El martes, dijo a los periodistas a bordo del Air Force One en su camino a La Haya para la cumbre, que su compromiso con el Artículo 5 “depende de su definición”.
“Hay numerosas definiciones del Artículo 5. Lo saben, ¿verdad?” sostuvo Trump. “Pero estoy comprometido a ser su amigo”. Señaló que daría una definición más precisa de lo que el Artículo 5 significa para él una vez que estuviera en la cumbre.
La senadora de Nueva Hampshire, Jeanne Shaheen, la principal demócrata del Comité de Relaciones Exteriores, que viajó a La Haya y se reunió con varios líderes extranjeros en la cumbre, afirmó que otros países plantearon “preguntas comprensibles” sobre el compromiso de Estados Unidos con la alianza, “ciertamente, dadas las declaraciones pasadas del presidente Trump”.
“Fuimos muy firmes y les aseguramos a todos que estamos comprometidos con la OTAN, estamos comprometidos con el Artículo 5, estamos comprometidos a mantener tropas en el flanco oriental”, expresó Shaheen, quien representó al Senado de Estados Unidos junto con el senador demócrata de Delaware, Chris Coons.
Antes de salir de Washington, Trump también expresó su frustración a los periodistas sobre las acciones de Israel e Irán tras su anunciado alto el fuego, aunque el lunes dijo que éste era algo “muy bueno”.
Tras la llegada de Trump a Holanda, varios medios de comunicación, entre ellos The Associated Press, reportaron que, en un informe de inteligencia de Estados Unidos, se sugería en una evaluación inicial que el programa nuclear de Irán solo se había sido retrasado unos pocos meses y no había sido “completa y totalmente destruido”, como había dicho Trump.
Pero el miércoles por la mañana, Trump y otros altos funcionarios del gabinete rechazaron enérgicamente la evaluación, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseveró que el gobierno iniciará una investigación sobre quién divulgó esos hallazgos a los periodistas.
“Ese golpe terminó la guerra”, expresó Trump. Comparando con los bombardeos atómicos de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, agregó: “No quiero usar el ejemplo de Hiroshima. No quiero usar el ejemplo de Nagasaki. Pero fue esencialmente lo mismo. Eso terminó esa guerra”.
Trump sostuvo varias reuniones individuales con sus homólogos el miércoles, incluyendo a Schoof; Geert Wilders, el legislador conocido como el Donald Trump holandés y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. La Casa Blanca no permitió la cobertura de prensa de la reunión de casi una hora con Zelenskyy.