Suman más de 50 muertos por inundaciones en Texas
Foto: Associated Press

Austin.- Una tromba de agua transformó en tragedia la madrugada del viernes 4 de julio en el condado de Kerrville, en el centro-sur de Texas, donde intensas lluvias desataron una crecida repentina del río Guadalupe que dejó al menos 50 personas muertas —incluidos 15 niños— y decenas más desaparecidas. En solo unas horas cayó casi la mitad de la precipitación anual de la zona, provocando un desastre sin precedentes en los últimos cien años.

El epicentro de la emergencia fue el Campamento Mystic, un retiro cristiano de verano donde se encontraban 750 niñas. El río se desbordó tras elevarse ocho metros en menos de una hora, arrasando instalaciones, vehículos y estructuras a su paso. Una de las menores, Janie Hunt, de 9 años, fue hallada sin vida, confirmó su madre a CNN. Otras 20 niñas del campamento permanecen desaparecidas.

Desde que se conoció la magnitud del desastre, padres de familia comenzaron a difundir imágenes de sus hijas en redes sociales con la esperanza de obtener información sobre su paradero.

Rescate masivo y despliegue de emergencia

Autoridades locales, estatales y federales movilizaron más de mil elementos de emergencia, incluidos nadadores de rescate, helicópteros y unidades de la Guardia Nacional. Los primeros auxilios comenzaron con la llegada de más de cien guardabosques al sitio afectado, aunque las evacuaciones formales no iniciaron sino hasta después del mediodía.

El general mayor Thomas Suelzer, a cargo de la Guardia Nacional de Texas, informó que más de 850 personas han sido rescatadas hasta ahora de las zonas inundadas. La mayoría fueron trasladadas en helicóptero a zonas seguras.

El vicegobernador Dan Patrick aseguró a las familias que se están utilizando todos los recursos disponibles:

“Revisaremos cada árbol, moveremos cada piedra. Haremos todo lo humanamente posible para encontrar a las personas desaparecidas”.

Las lluvias alcanzaron intensidades de entre 10 y 20 centímetros, con algunos reportes señalando acumulaciones de hasta 38 centímetros en puntos específicos, agravando las condiciones y dificultando los esfuerzos de rescate.

Declaración de desastre y respuesta federal

El gobernador Greg Abbott firmó la noche del viernes una declaración de desastre para garantizar que los gobiernos locales cuenten con los recursos necesarios para responder a la emergencia.

“Texas no se detendrá ante nada para garantizar que se dé cuenta completa de cada persona desaparecida”, publicó en su cuenta oficial de X.

El expresidente Donald Trump también reaccionó ante la tragedia. Calificó la situación como “terrible” y ofreció ayuda federal, además de compartir sus condolencias:

“Nuestros valientes socorristas están en el lugar haciendo lo que mejor saben hacer. ¡Que Dios bendiga a las familias y a Texas!”.

FEMA, Guardia Costera y tensiones políticas

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció la activación de los recursos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y confirmó que la Guardia Costera de Estados Unidos está operando en el área para evacuar a poblaciones en riesgo.

“Volaremos durante toda la noche y el mayor tiempo posible. Esto es lo que hacen los hombres y mujeres de la Guardia Costera”, declaró.

Sin embargo, la participación de FEMA ocurre en un contexto de incertidumbre: la agencia se encuentra debilitada presupuestalmente y ha sido objeto de críticas dentro de la propia administración Trump. Noem ha sugerido incluso que la agencia debería ser eliminada y que los estados asuman completamente la gestión de emergencias.

Mientras las lluvias continúan en algunas zonas de Texas y las alertas por inundaciones repentinas siguen activas, la región vive uno de sus peores desastres naturales en la historia reciente. La tragedia ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y ha dejado a cientos de familias a la espera de respuestas que, por ahora, solo el tiempo y los esfuerzos de búsqueda podrán dar.

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