La Laguna.- Ríos gigantes de lava avanzaban lenta pero implacablemente hacia el mar el lunes después de que un volcán entró en erupción en una isla española frente al noroeste de África, donde la oportuna evacuación ayudó a evitar víctimas.

Los largos ríos de lava se deslizaban por las laderas del volcán, expulsando columnas de humo blanco a sus costados mientras devoraban casas, jardines y piscinas en un sendero de destrucción.

Un estruendo incesante, similar al del paso de un avión, procedía de la cadena montañosa Cumbre Vieja, donde el domingo comenzó la erupción cuando dos fisuras comenzaron a expulsar magma y pusieron en movimiento los ríos de lava.

En los últimos días, los científicos estuvieron monitoreando el área en la isla de La Palma, parte del archipiélago de las Islas Canarias, debido a un aumento repentino de sismos, en su mayoría pequeños, y las autoridades evacuaron rápidamente a unas 5 mil 500 personas.

La lava destruyó más de 100 residencias en las laderas. Una de ellas pertenecía a Matthias y Anette Fuchs, una pareja alemana de 65 y 64 años, respectivamente.

Dijeron que se enamoraron de su casa en cuanto la vieron. Construida en el estilo arquitectónico tradicional de las islas con materiales volcánicos de erupciones previas, la pareja la había ido perfeccionando durante las últimas cuatro décadas.

“Era un lugar especial, lo vimos una vez y nos enamoramos”, dijo Anette Fuchs a la agencia AP, recordando las enormes cenas que organizaban ahí para amigos y familiares. “Era un paraíso”.

La lava se estaba desplazando hacia el mar a unos 700 metros por hora, según el Instituto Volcanológico de Canarias. Las autoridades anticipaban que llegaría al Atlántico al anochecer, donde podría provocar explosiones y nubes de vapor ácido. Los científicos que monitorean la lava midieron su temperatura en más de mil grados Celsius.

Las autoridades de La Palma, donde las personas viven principalmente de la agricultura, recomendaron a la población en áreas donde estaba cayendo ceniza volcánica que se quedara en el interior con las puertas y ventanas cerradas.

La erupción podría durar semanas o meses, según los expertos, pero aparentemente ya pasó el peligro inmediato a la población local.

Daniel Álvarez, dueño de un bar en Las Manchas, uno de los pueblos más cercanos al volcán, fue evacuado con su familia el domingo y se encontraba alojado en el cuartel militar El Fuerte con otros 300 evacuados. Aún no sabía si la lava había arrasado con su casa.

“Por ahora dicen que no (hay riesgo), pero la lava está abriendo muchos caminos. Todo está dentro (de la casa). Si no se salva, empezar de cero; somos jóvenes y podemos empezar otra vez”, declaró.

El presidente regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, dijo que las autoridades no anticipaban erupciones adicionales y añadió que el tráfico aéreo de la zona no resultó afectado.

“Va a haber daños materiales relevantes, esperamos que no haya (daños) personales”, dijo a la cadena de radio SER.

El lunes por la noche, la lava comenzó a emanar de una nueva fisura del volcán, lo que obligó a las autoridades a ordenar la evacuación de otro vecindario y cerrar algunos caminos. De momento se desconoce cuántas personas resultaron afectadas.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, visitó la zona afectada el lunes tras aplazar su viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas.

Elogió a los científicos por monitorear la erupción, diciendo que su trabajo fue fundamental para evitar víctimas, y prometió que su gobierno ayudaría a la población local a reconstruir sus vidas.

El Instituto Volcanológico de Canarias reportó el domingo una primera erupción poco después de las 3 de la tarde cerca del extremo sur de la isla, donde la última erupción previa fue en 1971.

Antes de la erupción se registró un sismo de magnitud 4.2 en la zona conocida como Cabeza de Vaca, en la ladera occidental de la cordillera.

La Palma, donde viven 85 mil personas, es una de las ocho islas volcánicas del archipiélago canario. En su punto más oriental, las islas están a 100 kilómetros de Marruecos.

La última erupción en La Palma, hace 50 años, duró algo más de tres semanas. La última erupción del archipiélago hasta ahora se había producido bajo el agua frente a la costa de la isla de El Hierro, en 2011. Duró cinco meses.

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