Pesadilla en Texas: Siguen desaparecidas 23 niñas de campamento tras lluvias
Foto: Associated Press

Kerrville.— Padres de Texas publicaron frenéticamente fotos de sus hijas pequeñas en las redes sociales pidiendo información mientras al menos 23 campistas de un campamento de verano solo para niñas estaban desaparecidas el viernes después de que las inundaciones arrasaron la región centro-sur del estado durante la noche.

Al menos 27 personas, entre ellas nueve niños, murieron tras una tormenta que desató casi 30 centímetros de lluvia justo antes del amanecer del viernes y provocó inundaciones del río Guadalupe en la región conocida por sus centenarios campamentos de verano. Muchas más siguen desaparecidas.

Las autoridades estatales informaron que entre 23 y 25 niñas de Camp Mystic, un campamento cristiano a orillas del río en Hunt, Texas, seguían desaparecidas. Se negaron a estimar cuántas personas estaban desaparecidas en la región, pero indicaron que se estaba llevando a cabo una búsqueda masiva, con 237 rescatadas hasta el momento.

El campamento se fundó en 1926. Se hizo tan popular en las décadas siguientes que ahora se anima a las familias a unirse a la lista de espera para inscribir a los posibles campistas con años de antelación, con la esperanza de conseguir una de las codiciadas sesiones de verano. Los lazos que se forjan en el campamento parecen perdurar, y los antiguos campistas son invitados de nuevo como adultos para asistir a los fines de semana de exalumnos.

Las fotos y videos tomados antes de la inundación son idílicos, mostrando amplias cabañas con impecables techos de tejas verdes y nombres como "Wiggle Inn", enclavadas entre los robustos robles y cipreses que crecen a orillas del río Guadalupe. En algunas publicaciones en redes sociales, se ve a niñas pescando, montando a caballo, jugando al kickball o realizando coreografías de baile con camisetas iguales al ritmo de canciones pop inspiradoras. Niñas de entre 8 y 17 años posan para la cámara con amplias sonrisas, abrazadas a sus compañeras de campamento.

Pero las inundaciones dejaron un paisaje radicalmente distinto: una camioneta se balancea precariamente sobre dos ruedas, con un costado encajado a media altura de un árbol. Un muro de un edificio ha sido arrancado por completo; el interior está vacío, salvo por una bandera de Texas y cuadros colgados a lo alto de un lateral. Un trozo de metal retorcido —quizás el marco de una cama— yace junto a coloridos baúles y ramas de árboles rotas.

Los equipos de emergencia recorren las riberas del río con la esperanza de encontrar sobrevivientes. Las publicaciones en redes sociales se centran ahora en los rostros de los desaparecidos.

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