La previsión contempla más lluvias en el ya anegado estado brasileño de Río Grande do Sul, donde muchos de los damnificados son gente pobre con pocas opciones de marcharse a zonas menos peligrosas.
Durante el fin de semana podrían caer más de 15 centímetros (casi 6 pulgadas) de lluvia, dijo el Instituto Nacional de Meteorología en un reporte el viernes por la tarde. Además, apuntó, hay una alta probabilidad de que se intensifiquen los vientos y aumente el nivel del agua en la laguna de los Patos, cerca de la capital estatal, Porto Alegre, y en sus alrededores.
Carlos Sampaio, de 62 años, vive en una comunidad humilde junto al estadio del Gremio de Porto Alegre. Su vivienda de dos plantas funciona también como bar deportivo.
Aunque el primer piso está anegado, dice que no se marchará, en parte por el temor a los saqueadores en su vecindario, donde hay un elevado nivel de delincuencia y donde la Policía lleva rifles de asalto en sus patrullas por las inundadas calles. Pero Sampaio tampoco tiene otro sitio al que ir, dijo a The Associated Press.