G7 y Europa pactan limitar precio de diésel ruso
Foto: Associated Press

Bruselas.- La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo el viernes que los países industrializados que forman el Grupo de los Siete impondrán un precio máximo a los derivados del petróleo rusos como diésel y queroseno, como parte de una coalición que incluye a Australia y un acuerdo tentativo de la Unión Europea.

El precio máximo se suma a otros límites similares a las exportaciones petroleras rusas que han sido impuestos por Occidente con el objetivo de reducir los recursos financieros que tiene el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para librar la guerra en Ucrania.

“El acuerdo de hoy se basa en el precio máximo que establecimos en diciembre en las exportaciones de petróleo crudo ruso y ayuda a avanzar en nuestros objetivos de limitar el generador de ingresos clave de Rusia para financiar su guerra ilegal mientras promueve mercados energéticos estables globales”, afirmó Yellen en un comunicado.

También el viernes, los países de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo tentativo para establecer un precio máximo de 100 dólares por barril al diésel ruso para coincidir con un embargo de la UE sobre el combustible. Representantes de 27 gobiernos de la UE establecieron el precio máximo para el diésel, el combustible para avión y la gasolina rusos antes de que el domingo entre en vigor el embargo. El objetivo es reducir los ingresos de Rusia mientras mantiene el flujo de su diésel a países no occidentales para evitar una escasez mundial que podría provocar un aumento en los precios y de la inflación.

Los detalles del precio máximo fueron proporcionados en un comunicado del G7 y por diplomáticos de tres países miembros de la UE que hablaron del precio máximo bajo condición de anonimato.

El precio máximo de 100 dólares por barril aplica al diésel y otros combustibles rusos que se venden más caros que el petróleo crudo usado para su elaboración. Los funcionarios acordaron establecer un límite de 45 dólares por barril para derivados de petróleo rusos que se venden por debajo del precio del crudo.

Otro acuerdo previo del G7 limita el precio del crudo ruso a 60 dólares el barril. Todos los precios máximos se imponen mediante el requisito de que los transportistas y aseguradoras del mundo, en su mayoría occidentales, acaten las sanciones y manejen hidrocarburos cuyo precio sea igual o inferior a los límites.

Rusia ha dicho que no venderá a países que apliquen un precio máximo a su petróleo, pero como su petróleo se vende por menos de 60 dólares el barril, ha seguido fluyendo al mercado global. Los precios máximos motivan a los clientes no occidentales que no han vetado el petróleo ruso a exigir descuentos, mientras que la evasión absoluta, aunque posible, conlleva costos adicionales, como la organización de buques petroleros extraoficiales.

Los embajadores de los 27 países de la UE presentaron la decisión, y los gobiernos nacionales tienen hasta el sábado para emitir alguna objeción por escrito. No se prevén cambios en el acuerdo.

Europa ha estado reduciendo constantemente sus suministros de diésel de Rusia. El diésel es clave para la economía porque se usa en automóviles, camiones de carga, equipos agrícolas y maquinaria de fábricas. Los precios se han disparado desde que Rusia invadió Ucrania debido al repunte de la demanda y la capacidad limitada de las refinerías en algunos lugares.

Si el precio máximo funciona como es la intención y el diésel ruso sigue fluyendo, los precios de los combustibles no deberían dispararse, según analistas. Europa podría conseguir suministros alternos de diésel de Estados Unidos, India y el Medio Oriente, mientras que Rusia podría buscar nuevos clientes fuera de Europa.

Sin embargo, el impacto del precio máximo será impredecible, ya que las empresas de transporte marítimo desvían los flujos de combustible a nuevos destinos y las travesías más largas podrían afectar la capacidad de los buques petroleros.

Las ventas de combustibles fósiles son un pilar del presupuesto ruso, pero los países europeos antes dudaban en interrumpir sus compras porque la economía dependía en gran medida del gas natural, petróleo y diésel rusos. Desde que inició la guerra en Ucrania, eso ha cambiado.

Europa dejó el carbón ruso y el 5 de diciembre prohibió su crudo. Mientras tanto, Moscú ha detenido casi todo el suministro de gas natural a Europa bajo el argumento de problemas técnicos y una negación de los clientes a pagar en moneda rusa. Funcionarios europeos dicen que es en represalia por las sanciones y un intento de socavar su apoyo a Ucrania.

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