
Washington.- El gobierno de Estados Unidos formalizó el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) una decisión que generó críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Según el Departamento de Estado, esta medida busca reorganizar las funciones de la agencia, transfiriendo algunas al Departamento de Estado y eliminando aquellas que no se alineen con las prioridades de la administración actual.
Creada en 1961, Usaid manejaba un presupuesto anual de más de 42 mil millones de dólares, representando una parte significativa de la ayuda humanitaria global. Sin embargo, la administración argumentó que la agencia se había desviado de su misión original y que esta reestructuración permitirá enfocar los recursos en programas estratégicos que beneficien directamente a Estados Unidos y sus socios.
La decisión generó preocupación entre organizaciones humanitarias y países que dependían de los programas de Usaid, ya que muchos proyectos esenciales en áreas como salud, educación y desarrollo económico podrían verse afectados.
A pesar de las críticas, el gobierno ha defendido la medida como una forma de optimizar la asistencia exterior y fortalecer la política exterior estadunidense.