Buenos Aires.- Los voraces incendios que asolan desde hace tres días a la provincia de Córdoba, en el norte de Argentina, continúan dejando un sendero de destrucción a su paso, lo que ha obligado a las autoridades a evacuar a los residentes de la zona mientras los bomberos intentan controlar una de las peores conflagraciones en la región en los últimos años.
"Estuvo muy grave el fuego, muy peligroso”, declaró a The Associated Press Leonardo Heredia, miembro de protección civil del poblado de Los Cocos, uno de los más afectados en la provincia.
Las condiciones climáticas no fueron favorables y el fuerte viento, las altas temperaturas y la baja humedad sirvieron de combustible para el incendio, explicó Heredia, quien añadió que el viernes “fue un día durísimo un infierno en todo el pueblo, se quemaron casas, fue una tarde que el fuego pasó muy rápido”.
“Seguimos con algunos focos que volvieron a reiniciarse”, señaló Heredia. Añadió que en 2020 y 2002 también se registraron grandes incendios en la región, aunque sin tantos daños materiales.
“Este fue muy duro, vimos gente desesperada, casas incendiarse”, declaró. "Vimos gente herida”.
Las autoridades han informado de al menos una persona herida con quemaduras que sufrió al intentar rescatar a una anciana.
Bomberos locales y de toda la provincia se reunían en Los Cocos y las localidades más afectadas como Capilla del Monte, San Esteban, Las Cumbres y zonas turísticas. Muchos de estos lugares llevan más de dos días sin luz a causa del fuego.
El gobernador de la provincia de Córdoba, Martín Llaryora informó en redes sociales que ya se realizó un recorrido por la zona y se habilitó un fondo de situaciones de desastre para asistir a los lugares afectados.
Todavía no hay un balance oficial de las autoridades ni en cuanto al número de viviendas afectadas, hectáreas consumidas o personas evacuadas. Se baraja la hipótesis de que el fuego haya sido provocado y medios locales hablan de la detención de una persona que portaba un bidón de gasolina.
