El presidente electo de Uruguay se reúne con José Mujica
Foto: Associated Press

Montevideo.- El presidente electo de Uruguay, el izquierdista Yamandú Orsi, se reunió el lunes con su padrino político, el exmandatario José Mujica, en su primer compromiso oficial, tras imponerse en el balotaje del domingo que devolvió a la izquierda al poder.

"Me puse al día con todos los temas, de salud y también de perspectivas. Un balance de lo que fue toda la campaña. Uno tiene que ser agradecido, lo que hicieron estos veteranos ha sido muy importante”, afirmó Orsi sobre el camino de la transición en declaraciones a periodistas, después de su encuentro con Mujica y su esposa, la exsenadora Lucía Topolanski, ambos del histórico Frente Amplio.

La reunión en la finca del expresidente, situada en las afueras de Montevideo, marcó el primer día de trabajo del opositor en el marco de la transición de gobierno que se desarrollará hasta la toma de posesión en marzo próximo. Más que consejos o recomendaciones, Mujica “habló de su experiencia”, apuntó Orsi.

“El Pepe —como es conocido el expresidente— habla de su experiencia y ahí desliza qué es lo que piensa, tiene la sabiduría de no plantear las cosas como consejo, sino cómo él armó y cómo es la Presidencia”, explicó.

Orsi, de 57 años, se impuso el domingo ante el candidato oficialista, Álvaro Delgado, con un 49,84% de los votos, frente al 45,87% obtenido por el abanderado de la gobernante coalición de centroderecha encabezada por el Partido Nacional del presidente saliente.

Su triunfo marca el regreso al poder de una izquierda que gobernó el país por 15 años consecutivos, entre 2005 y 2020, y que tiene por delante desafíos internos hasta entonces poco habituales en Uruguay, como la creciente inseguridad o el aumento de la pobreza infantil en una de las naciones más estables y seguras de América Latina.

“La situación de la infancia, de la adolescencia y los problemas de seguridad son los desafíos que estuvieron presentes en la campaña, en todos los elencos”, manifestó el presidente electo, por lo que el desarrollo de políticas públicas, el incremento de las fuerzas de seguridad y la desarticulación de bandas narcotraficantes están entre las primeras iniciativas a abordar.

Asimismo, tendrá que lidiar con un Parlamento bastante más seccionado. Pese a que el Frente Amplio acaparó la mayoría en el Senado, no logró asegurar la Cámara de Diputados, lo que lo obligará a negociar con la oposición para aprobar sus proyectos insignia.

“Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez el diálogo nacional”, anunciaba Orsi la víspera durante su discurso de victoria en Montevideo.

Poco después, aseguró que empezaría a trabajar de forma inmediata en la transición y tiene previsto reunirse con el presidente saliente Luis Lacalle Pou el martes.

“Hay que fijar los equipos de transición y, además, él (Lacalle Pou) me planteó lo de la cumbre de Mercosur”, adelantó el líder opositor, en referencia a una invitación del actual mandatario a que lo acompañe a la reunión de los líderes del bloque sudamericano en diciembre próximo en Montevideo.

La victoria de Orsi, abanderado del histórico Frente Amplio, convirtió a Uruguay en el último país en darle la espalda a un partido en el poder en este año electoral histórico en el que los votantes frustrados por el malestar económico castigaron a los partidos gobernantes de todo el mundo, desde Estados Unidos y Gran Bretaña hasta Corea del Sur y Japón.

Asimismo, marca el apuntalamiento en América Latina de un nuevo giro hacia los partidos más progresistas tras la pérdida de la hegemonía de la llamada “marea rosa”, que marcó la asunción y protagonismo de los gobiernos de izquierda en la década de 2000 —con Lula como protagonista y uno de los últimos referentes—.

Sin embargo, a diferencia de la última vez cuando el Frente Amplio gobernó el país (2015-2020), Orsi asumirá la Presidencia en un escenario regional mucho más fragmentado, y que exigirá una alta capacidad de diálogo también con sus pares regionales, sobre todo entre sus asociados del Mercosur, el bloque regional conformado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

“Yo soy profundamente integracionista. En un mundo que se cierra, más aún tenés que tener un buen vínculo con la región porque hoy en un mes te puede cambiar todo. El mundo está sentado en un polvorín”, afirmó. “Tienes que tener la mejor relación posible cualquiera sea el jefe de Estado que te toque”.

Si por un lado se prevé un alineamiento y acercamiento con el Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva, Orsi tendrá que manejar también las divergencias con el presidente de Argentina Javier Milei, un economista ultraliberal de extrema derecha.

En ese sentido, Lula, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y amigo cercano del exjefe de Estado uruguayo José “Pepe” Mujica, fue uno de los primeros líderes mundiales en felicitar a Orsi y calificó su triunfo como " una victoria de toda la América Latina y el Caribe”.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, envió a través de un comunicado de la Casa Blanca sus felicitaciones a Orsi y al pueblo uruguayo por “su inquebrantable compromiso con la democracia al ejercer con éxito el derecho fundamental al voto”.

La recién llegada a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum, igualmente se unió a las felicitaciones globales y destacó que "el Frente Amplio regresa a gobernar por voluntad del pueblo uruguayo, que una vez más demuestra su vocación democrática y progresista”.

Ya el presidente Gustavo Petro, el primero de tendencia izquierdista en gobernar Colombia, consideró que la elección de Orsi “refleja la voluntad de unidad y cambio del pueblo latinoamericano”.

En las mismas líneas se pronunciaron los líderes de Chile, Gabriel Boric; de Paraguay, Santiago Peña; de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de España, Pedro Sánchez.

Por otro lado, hasta el momento Milei fue uno de los pocos líderes latinoamericanos que no se ha expresado sobre el resultado de las elecciones en Uruguay. El mandatario optó por replicar un comunicado de la cancillería de su país que indicó que “la República Argentina felicita al pueblo uruguayo por su ejemplar jornada cívica y saluda al presidente electo Yamandú Orsi por su victoria”.

“Ratificamos nuestro compromiso de trabajar junto a Uruguay para fortalecer la agenda compartida y el bienestar de ambos países”, agregó la nota.

También se sumó a las felicitaciones el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, que expresó su "voluntad en avanzar en una agenda constructiva de respeto, diálogo, comunicación y en la unión sudamericana”, en medio de las fricciones con Lacalle Pou, quien ha catalogado al gobierno de Maduro como “una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática de su pueblo”.

Uruguay se cuenta entre los países del continente que desconocieron los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio y exigieron una revisión de la votación.

Al ser preguntado si invitaría a Maduro a su toma de posesión, Orsi afirmó que como presidente va a ser “hombre de Estado” y “eso implica que tú tienes vínculo con un montón de Estados, no con presidentes ni con personas”. “Veremos de aquí a marzo cómo sigue el tema de las relaciones diplomáticas”, acotó Orsi.

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