La Habana.- El impacto del paso de dos ciclones en un mes, la caída del sistema energético nacional y los cortes de luz a lo largo del año impedirán a la economía cubana crecer en este 2024, reconocieron este jueves las autoridades cubanas.
Sí “tiene que haber una afectación al Producto Interno Bruto este año (PIB)”, dijo a periodistas el ministro de Economía, Joaquín Alonso durante una conferencia de prensa. “Hemos tenido un mes de bajos niveles de producción no solo por los eventos climatológicos sino por los energéticos que han afectado todo el país”.
Antes de la desconexión de su Sistema Energético Nacional (SEN), ocurrida el 18 de octubre, Cuba ya había enfrentado apagones que llegaron a dejar a media isla sin luz. Dos días después, el 20 de octubre, el ciclón Oscar golpeó al oriente del país con el saldo de ocho fallecidos.
La semana pasada se produjo un nuevo colapso del SEN debido al impacto de otro poderoso huracán, Rafael, pero esta vez por el occidente del país.
El ministro Alonso trazó un panorama de las consecuencias de el avance de los ciclones.
Se afectaron 34 mil viviendas en todo el país, se dañaron 2 mil 479 transformadores y cayeron mil 400 postes. Se perdieron 200 kilómetros de líneas eléctricas de distribución y ocho torres de alta tensión, mientras fueron averiadas 269 plantas de generación eléctrica. Unas 115 instalaciones de la salud –entre ellos 22 hospitales—sufrieron deterioro.
Redes de agua y la agricultura también se vieron perjudicadas.
Alonso lamentó que el impacto “indiscutible” de los ciclones y los cortes de luz vaya a “ratificar la visión preliminar” de que la economía no iba a crecer.
El funcionario no ofreció porcentajes pero tampoco desmintió un informe de la Comisión Económica para América Latina según la cual la isla decrecería alrededor del 0.4 por ciento en este 2024.
Las malas noticias económicas para Cuba comenzaron a partir de la pandemia de la Covid-19, la gestión de un paquete de medidas de reforma interna y luego del endurecimiento radical de las sanciones impuestas por el ex presidente estadounidense, y ahora mandatario electo, Donald Trump, para presionar un cambio de modelo político en la isla.
Cifras oficiales indicaron que la caída del PIB alcanzó el 11 por ciento en 2020, y la economía cubana apenas creció 1.3 por ciento en 2021, y 2 por ciento en 2022, para contraerse un 2 por ciento en 2023.
Alonso dijo que el impacto negativo incluso opacaba algunos logros de 2024, como la mejora en el déficit fiscal y “varios índices macroeconómicos” que les permitirían “avizorar” mejoras en el desempeño.
En las calles de Cuba la crisis se tradujo en desabastecimiento de muchos productos alimentarios, dificultades en el funcionamiento del transporte e inflación, así como en una cifra de emigración récord, sobre todo hacia Estados Unidos.
El ministro de la Inversión Extranjera y Cooperación, Oscar Pérez-Oliva, que también estuvo en la conferencia de prensa, indicó que muchos países y organismos habían ofrecido a la isla su apoyo en estos días, incluyendo al sistema de la ONU y grupos de cubanoamericanos, pero que no había ninguna oferta por parte de Estados Unidos.
Cuba reportó pérdidas por 5 mil millones de dólares entre marzo de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, de acuerdo a un informe de la ONU, debido al embargo norteamericano.
“Si se quiere ayudar a Cuba (por parte de Estados Unidos) que se quite el bloqueo”, dijo Pérez-Oliva.