Conductor embiste manifestación en Belgrado
Foto: Associated Press

Indjija.- Cientos de estudiantes marchaban este viernes en las zonas rurales de Serbia para llevar su protesta anticorrupción hacia la ciudad de Novi Sad, en el norte del país, donde pretenden bloquear tres puentes sobre el río Danubio este fin de semana.

Los cortes están previstos para el sábado, cuando se cumplirán tres meses desde que la caída de una enorme pieza de concreto en la estación de trenes de Novi Sad provocó la muerte de 15 personas el 1 de noviembre.

Lo que hace dos meses comenzó como una protesta contra la presunta corrupción en los contratos de construcción, se ha convertido en el desafío más serio en años para el poderoso líder populista del país, el presidente Aleksandar Vucic.

Mientras tanto, en Belgrado, un conductor embistió con su auto una protesta silenciosa el viernes, hiriendo a dos mujeres que trabajan como médicas en una institución psiquiátrica cercana. Según informes de medios, ambas cayeron al pavimento golpeándose la cabeza y están siendo examinadas.

El incidente, el tercero de su tipo en unas cuantas semanas, ocurrió en el centro de Belgrado, en el paro de 15 minutos de silencio que se realiza diariamente en toda Serbia alrededor del mediodía, hora en que se derrumbó el voladizo en la estación de tren en Novi Sad.

Una testigo, la doctora Elena Matkovic, dijo a la televisora N1 que el conductor hizo retroceder su auto una corta distancia, y los manifestantes pensaron que daría la vuelta, alejándose del bloqueo, pero en cambio, aceleró hacia adelante, embistiendo a las personas.

“Realmente no esperábamos que lanzara su auto contra una multitud de personas”, dijo a N1. “Si me preguntas si vamos a detener (los bloqueos), ciertamente no lo haremos. Este no es el momento de detenerse”.

Los manifestantes han enfrentado ataques repetidamente, incluso contra estudiantes, y en dos ocasiones, las manifestaciones fueron embestidas por automovilistas. Dos personas resultaron gravemente heridas.

En su marcha hacia Novi Sad, los estudiantes eran recibidos por ciudadanos que los animaban haciendo sonar las bocinas de sus autos o que salían de sus casas para ofrecerles bebidas y comida.

Cientos de personas más en bicicleta se dirigieron por separado hacia Novi Sad el viernes, mientras que los taxistas de Belgrado dijeron que también acudirían y ayudarían a llevar de regreso el domingo a los estudiantes que marchaban.

El jueves, a su llegada a la localidad de Indjija, aproximadamente en la mitad de su ruta de 80 kilómetros (50 millas), fueron recibidos con fuegos artificiales y vítores.

Aunque la mayoría de ellos pasó la noche al aire libre en un campo de fútbol, las gélidas temperaturas no disminuyeron su deseo de que se produzcan cambios importantes en el Estado balcánico marcado por la corrupción.

La estudiante Nevena Vecerinac señaló que espera que se cumplan las demandas de los manifestantes, que incluyen el castigo de todos los responsables de la tragedia en la estación de trenes.

“Llegaremos a Novi Sad”, dijo. “La caminata de ayer fue fácil. Ahora hace frío, pero podemos lograrlo. Todos tenemos el mismo objetivo”.

“Necesitamos el apoyo de todos. Con esta energía y ánimo espero que podamos hacerlo, de lo contrario no habrá un futuro más brillante”, señaló Luka Arsenovic, otro estudiante que participaba en la marcha.

Muchos serbios creen que el colapso del voladizo en la estación de tren fue causado esencialmente por la corrupción gubernamental en un gran proyecto de infraestructura con empresas estatales chinas. Los críticos sostienen que la corrupción generó descuidos en los trabajos de reconstrucción, una supervisión deficiente y el incumplimiento de las normas de seguridad.

Las manifestaciones, que ya han durado varios meses, obligaron al primer ministro, Milos Vucevic, a renunciar esta semana, además de que las autoridades otorgaron varias concesiones, las cuales fueron ignoradas por los manifestantes, quienes dicen que no son suficientes.

Vucic y otros funcionarios han pasado de acusar a los estudiantes de trabajar con potencias extranjeras para derrocarlo, a ofrecer concesiones o emitir amenazas veladas.

La fuerza y determinación de los manifestantes han sorprendido a muchas personas, en un país donde cientos de miles de jóvenes han emigrado en busca de oportunidades en otros lugares.

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